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viernes,
30 de
noviembre de
2007 |
"Conclusión:
todos intoxicados"
Por casualidad asistimos dos sábados consecutivos al salón de fiestas de Pasco y San Martín, en ocasión de celebrar las bodas de sendas sobrinas. A juzgar por el menú servido, parecía que en la segunda fecha seguíamos festejando el evento anterior: comida vieja, fiambre carente de conservación de la cadena de frío, etcétera. Conclusión: todos intoxicados. Varios factores se asociaron: el juego de luces (penumbra), la crema con que disfrazan la carne vencida y la tardanza en presentar la comida, teniendo como aliado al apetito de los invitados quienes, cansados de esperar, comemos sin observar lo suficiente. La higiene de los baños era agraviante. Con lo que recauda la dueña del salón, ¿no puede colocar un pequeño pasador en la puerta del mismo, arreglar el depósito del inodoro e invertir en algunos rollos de papel higiénico? Otra desprolijidad fue la recepción. Esta consistía simplemente en indicar a cada comensal dónde se sentaría. El encargado de tal elemental función tardaba demasiado y/o se equivocaba en dar el número de mesa. Había personas enfermas que no resistían tanta espera de pie. Solicito al funcionario municipal Henry Fabro actuar en consecuencia en caso de verificar mi testimonio.
Beatriz Pérez
DNI 10.069.237
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