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miércoles,
28 de
noviembre de
2007 |
Dos pájaros de un Tiro
Los Tigres vencieron a Almagro y siguen subiendo en el promedio
Lucas Vitantonio / La Capital
“Dos pájaros de un tiro”, es el nombre de la gira internacional de los españoles Serrat y Sabina que anoche hizo escala en Rosario. Esa frase resume a la perfección lo que consiguió ayer Tiro Federal en el caluroso Fortín de Ludueña. Por un lado, los Tigres vencieron a Almagro por la mínima diferencia y, por el otro, siguen escalando posiciones en la angustiante tabla del promedio. Fue una tarde redonda para los dirigidos por el Chaucha Bianco, que ahora estiraron a cinco partidos la racha invicta, con tres victorias y dos empates.
El camino al triunfo estuvo plagado de espinas. Los hinchas tirolenses estuvieron con el corazón en la boca hasta la última bola. Los Tigres sacaron ventaja con el gol de cabeza de Charles Pérez, a los 13’ del primer tiempo, pero después dilapidaron ocasiones inmejorables para liquidar el pleito y sufrieron hasta el pitazo final.
Cuando se jugaba el minuto 93 el Indio Bazanvera remató cruzado dentro del área, la pelota se desvió en el defensor de Tiro Iván Pillud y corrigió al gol el delantero Lucas Gómez. Era el empate agónico. Pero todo volvió atrás. El asistente Alejandro Massa levantó la bandera y entendió que Gómez estaba en posición adelantada. Fue una jugada muy fina que los de Almagro discutieron durante varios minutos. La bandera arriba le devolvió el alma al cuerpo a los locales y enseguida se desató el festejo por los tres puntos de oro.
La etapa inicial fue un monólogo de Tiro, que debió haber sellado una diferencia abultada y definir la historia. Los volantes tirolenses se adueñaron de la pelota a través de una presión asfixiante y Nicolás Croce, recostado sobre la izquierda, manejó los tiempos con sabiduría. Primero Armani cabeceó arriba desde una posición inmejorable. Después el zaguero de Almagro Gabriel Lobos le ahogó sobre la línea el grito a Carnero. A los 13’, Croce ejecutó con rosca un córner desde la izquierda y Charles Pérez se elevó en soledad en el primer palo para clavar la pelota en el ángulo y poner en ventaja a los Tigres.
Tiro seguía dominando el trámite a voluntad. Armani controló la pelota en el corazón del área y con el arco a su disposición la tiró a las nubes. Era evidente que no era la tarde del ex delantero charrúa. La única aproximación de la visita en los 45 iniciales fue a través de Rossi.
En el complemento Tiro se abroqueló atrás y eligió la fórmula del contraataque. Eso le pudo costar demasiado caro. Rossi, primero, desperdició un mano a mano y pateó afuera, y luego tocó al gol, pero Pillud se esforzó al máximo y ahogó el empate.
En el descuento lo perdió increíblemente Armani abajo del arco. En la réplica Gómez la mandó al fondo de la red, pero el árbitro Luis Alvarez se apoyó en el asistente para anular la conquista por posición adelantada. Con el final llegó el delirio tirolense.
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