Los habitantes de viviendas Fonavi se niegan a escriturar sus casas

Es por un proyecto de ley que busca revaluarlas y amenaza con desalojarlos. Los vecinos lo rechazan y tratarán de impedir su aprobación en la Legislatura

Un proyecto de ley para regularizar la situación de las viviendas Fonavi a través de la escrituración y revalorización de las casas, según los índices del mercado actual, desató un fuerte descontento entre los moradores que ven una amenaza en la iniciativa. “Podrían desalojar a 30.000 familias”, manifestaron miembros de la Asociación Civil de Barrios Fonavi. Por eso hoy protestarán frente a la sedes rosarinas de la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo (DPVyU) y de la Gobernación. Y van por más: mañana viajarán a la Legislatura para impedir el tratamiento de la propuesta.

De aprobarse, el proyecto afectaría a más de 30.000 viviendas sólo en Rosario, es decir, unas 120.000 personas. Se trata del 10 por ciento de la población de la ciudad, según los datos del censo 2001, que fijó la cantidad de habitantes en 1.121.441.

Para el titular de la asociación, José Peralta, “el 97 por ciento de los adjudicatarios de las viviendas no tiene escritura”. También resaltó que esos documentos “son una deuda del Estado, que debería haberla cumplimentado en su momento”. Lo cierto es que nunca se concretaron las escrituras y, según explicaron desde la organización, “es porque las casas no tienen final de obra ni planos de mensura”.

Régimen especial.
El diputado oficialista Mario Lacava, junto a su par Adriana Cavutto, impulsan un proyecto (expediente Nº 19.508) que establece un régimen especial de regularización del dominio de las casas construidas mediante planes de la DPVyU.

La iniciativa apunta fundamentalmente a dos cuestiones: la implementación de medidas para que todos los adjudicatarios puedan escriturar la vivienda y la revalorización de la casa y del terreno, lo que implica aumentar el monto de las cuotas que hoy abonan los futuros propietarios.

Los moradores de Fonavi se sienten ultrajados y reniegan firmemente de la posibilidad de aceptar la propuesta, considerada punitoria.

De hecho, el texto explicita que “la falta de suscripción a la escritura por negativa infundada del beneficiario producirá (...) la desadjudicación”, es decir, el desalojo.

El defensor del pueblo provincial, Carlos Bermúdez, enviará una nota a Diputados. Opinó que “no se puede tomar una medida semejante sin consultar a los que se verán afectados, en este caso los que residen en los barrios Fonavi”.

Los vecinos se sienten amenazados de ser desalojados por el proyecto que mañana podría aprobar la Cámara baja, mientras que el Senado haría lo propio el viernes, en el marco de la última sesión del año y del gobierno de Jorge Obeid.

El expediente señala que “la autoridad de aplicación deberá recalcular el valor del terreno a los efectos de determinar el precio final de las viviendas según el valor actual del mercado”.

La asociación se pregunta cuál es el valor del mercado y le teme a los índices que aumentarán las cuotas, que hoy van de 50 pesos para las más antiguas a 300 para las más nuevas.

Riesgos.
Según los moradores, los montos se multiplicarían por cuatro: si en 1997 una casa valía 14.205 pesos, hoy costará 56.820. Y los que pagan 50 pesos de cuota pasarán a abonar 200, mientras que los que desembolsan 300 deberán hacerlo por 1.200.

A su vez, la ley exige que se agilicen los pasos para la escrituración en los organismos competentes, que hasta el momento “no hicieron nada” para cumplir ese requisito.

El proyecto aclara que cuando se considere “innecesaria” la escritura caerán “todos los plazos de refinanciación, tornándose exigible el total de lo adeudado”, que deberán cancelar “dentro de los cinco días bajo apercibimiento de desadjudicación e inmediato lanzamiento”.

Los vecinos interpretan que, de este modo, la escrituración se torna “compulsiva” y sin opción.

La iniciativa a estudio de diputados y senadores provinciales desató la bronca de habitantes de los complejos Fonavi, como el emplazado en barrio Seguí y Rouillón.