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sábado,
10 de
noviembre de
2007 |
El último adiós a la madre
Rosana Sirur / La Capital
Villa Cañás.— Mientras Santa Isabel le daba el último adiós a Mumi Sylvestre, el joven Héctor Daniel Arangel (detenido y condenado por el homicidio culposo de Pedro Rafael Lemos) despedía los restos mortales de su madre, Lidia Ester Arista, y de su pareja Héctor Fernando Armesto, en el cementerio de este pueblo.
Arangel llegó a la localidad custodiado por cinco efectivos policiales y a bordo de un vehículo de la alcaidía de Melincué. Eran cerca de las 4 de la tarde del jueves y permaneció en el interior de la sala velatoria por espacio de una hora junto a tres de sus custodios, mientras que los otros dos lo aguardaron en la vereda de calle 55 al 500.
Ayer a la mañana la escena se volvió a repetir horas antes del sepelio. Dos móviles policiales, en esta oportunidad de la comisaría 6ª de Villa Cañás, se ubicaron frente a la sala velatoria y Arangel reingresó al lugar. Estuvo hasta que el cortejo con los restos de su madre y su padrastro partió hacia el cementerio local, cerca de las 9. En la necrópolis, numerosos vecinos y allegados a la pareja se hicieron presentes para darles el último adiós.
Tras ello, el pueblo siguió hablando de la tragedia que enluta a dos comunidades afines. Por su actividad de gasista, los vecinos tienen más presente la figura de Héctor que la de su esposa y todos coincidían ayer en que era una persona buena, respetuosa y trabajadora, que con su mujer mostraban una permanente preocupación por el hijo de ambos, de 8 años, quien presenció el asesinato de sus padres y corrió a la casa de un vecino en busca de ayuda.
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