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sábado,
10 de
noviembre de
2007 |
Encuentran música oculta en “La última cena” de Da Vinci
Roma.- Un músico y técnico de computadoras italiano dice haber descubierto notas musicales codificadas en “La última cena” de Leonardo Da Vinci, lo cual indicaría que el genio renacentista podría haber dejado una obra musical de tono sombrío que acompañaría a su mural del siglo XVI.
“Parece un réquiem”, dijo Giovanni María Pala. “Es como una pista musical que enfatiza la pasión de Jesús”.
Pintada de 1494 a 1498 en la iglesia de Santa María de la Gracia, en Milán, la obra muestra un momento determinante en el Evangelio, la última cena de Jesús con los 12 apóstoles antes de su arresto y crucifixión, presentando de una manera viva la reacción de los seguidores de Cristo cuando se enteran que uno de ellos lo traicionará.
Pala, músico de 45 años que vive cerca de la ciudad sureña de Lecce, empezó a estudiar la obra de Leonardo en el 2003, luego de escuchar en un noticiero que investigadores consideraban que el artista e inventor ocultó una obra musical en su pintura.
“Posteriormente, no quise solamente escuchar de ello. Como músico, quise investigar”, dijo en una entrevista con The Associated Press.
En un libro presentado el viernes en Italia, Pala explica cómo interpretó los elementos de la pintura que tienen un valor simbólico en la teología cristiana.
Primero se dio cuenta de que dibujando un pentagrama en la pintura, tanto las hogazas de pan en la mesa como las manos de Jesús y de los apóstoles podrían representar notas musicales.
Ello concuerda con la relación simbólica cristiana entre el pan, que representa el cuerpo de Cristo, y las manos, que se usan para bendecir los alimentos. Pero las notas no tenían sentido musical hasta que Pala se dio cuenta que debían de ser leídas de derecha a izquierda, siguiendo el particular estilo de escritura de Leonardo.
En su libro “La Música Celata” (“La Música Oculta”), Pala describe también cómo encontró varias pistas sobre el ritmo lento de la composición y la duración de cada nota.
El resultado, dice Pala, es un “himno a Dios” de 40 segundos que sonaría mejor en un órgano, el instrumento más común para la música religiosa en la época de Leonardo.(AP)
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