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 sábado, 10 de noviembre de 2007  
Juego de prismas
Dos cuerpos de hormigón calados y girados conforman el centro médico de la Asociación de Empleados de Comercio

Sobre calle Corrientes casi esquina Tucumán se presenta un edificio compuesto a partir de un interesante juego de dos prismas. Allí se aloja la delegación local de la obra social y el centro médico de la Asociación de Empleados de Comercio de Rosario. Frente a un lote angosto y profundo, y aprovechando que el inmueble vecino pertenece al mismo comitente, los autores del proyecto, Oscar Gennaro y Julio Notto, decidieron organizar sobre el lado común una fachada interior. Incluso utilizaron el espacio aéreo para ensanchar una planta bastante estrecha.

   Sobre ese escenario se dispusieron dos cuerpos perfectamente calados que conforman un encuentro armonioso y sereno. El primer volumen pasa a actuar como basamento y se inscribe regularmente en la trama urbana, mientras que el segundo gira en lo alto y se asoma hacia el vacío.

   La obra posee unos 3 mil metros cuadrados organizados en siete niveles. En los primeros se desarrolla la zona de atención al público de la obra social, destinándose los pisos superiores a los 37 consultorios médicos. La primera expresión que brinda el edificio es una fachada con una marcada verticalidad, simbolizando la integración de todas las funciones que contiene.

   Esta verticalidad ascendente se ve interrumpida por un único gesto: el vuelo del segundo volumen, manifestación que deja entrever su carácter horizontal y profundo. No obstante, ambos prismas comparten un mismo espíritu y quedan formalmente caracterizados de la misma manera.

   En la planta baja el edificio nuevo y el existente se conectan a través de una “plaza”. Ese espacio, que además funciona como foyer del teatro de la Asociación, articula un vínculo entre dos programas diferentes.



La luz

La luz es uno de los elementos protagónicos del proyecto. Fluye por todo el edificio, lo vuelve dinámico, le da vida. Los rajas verticales tamizan la luz animando todos los locales pero preservan su intimidad.

   Las áreas de espera son iluminadas naturalmente desde “cajas de luz”, alturas múltiples con ingreso de luz cenital. Son espacios libres de 16 metros de altura que nacen en el piso 3º y terminan coronadas por lucernarios.

   Estos vacíos parecen generados por el giro en planta del segundo prisma cuando busca proyectarse fuera de los límites del primero.

   Durante la noche el edificio presenta dos situaciones distintas. Dentro del horario de trabajo la luz emerge desde el edificio a través de las rajas verticales, definiendo precisamente todas las formas presentes, lo que durante el día genera un ritmo perfecto de llenos y vacíos, y a la noche son franjas rítmicas de luz. Finalizada la atención al público el interior se apaga y artefactos de iluminación sobre la fachada crean columnas de luz que cierran el edificio.



La estructura

Los conceptos estructurales parecen estar claramente presentes al ser visibles todos los elementos de hormigón armado. Por un lado, en los prismas, las columnas de hormigón de las fachadas componen un exoesqueleto que es a la vez estructura, cerramiento y expresión. Complementariamente los volúmenes que contienen los núcleos de circulación suman estabilidad a todo el conjunto. Asimismo, losas nervuradas dejan las plantas libres de columnas.



El recorrido

En planta baja una doble altura recibe al ingresante y confirma la verticalidad anunciada. Dado el carácter público del edificio se trató de lograr un partido extremadamente claro. Por este motivo todas las plantas se organizan alrededor de los dos núcleos de hormigón que definen los ejes de movimientos horizontales y verticales. Estos prismas, como verdaderas columnas vertebrales, concentran los sistemas de circulación vertical y las montantes de instalaciones. Precisamente a partir de ellos se ramifican, como en el sistema nervioso, las redes de servicios nivel por nivel.

   En cada nivel la circulación se resuelve linealmente entre estos dos núcleos, definiendo un eje sobre el que se organiza el partido. Cuando por necesidades de programa fue necesario generar palieres, estos se concibieron como cajas de vidrio templado que envuelven los volúmenes de hormigón.



El diseño interior

Todos los elementos que componen el diseño interior cumplen con el espíritu de síntesis y funcionalidad que propone el edificio. El equipamiento de las áreas de espera se desarrolló sobre el mismo modelo pero tomando colores diferentes para cada planta con el fin de clarificar la lectura del espacio interior. Todos los centros de consultas fueron resueltos formalmente del mismo modo, materializados con placas enchapadas en madera.

   Sobre los núcleos de hormigón descriptos se concentró la señalización, realizada íntegramente sobre placas de acero inoxidable. Las instalaciones contra incendio se hicieron públicas y manifiestas pasando a formar parte también del diseño interior.

   De esta manera el edificio aspira a una arquitectura que va más allá de la respuesta a un programa, entendiendo su sentido en la comunión de conocimiento y sensibilidad. En la economía de materiales utilizados se busca integrar la expresión del conjunto, fortaleciendo la percepción como un todo.

   La composición busca aportar una imagen serena fundada en cuestiones más esenciales. Parte de conceptos puros y simples con la intención de lograr espacios puros y simples.
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Julio Notto y Oscar Gennaro idearon este edificio de tres mil metros cuadrados.

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