Desde el primer grado, con la computadora en la hora de clase

La Escuela Nº 64 Riccheri ofrece talleres de extensión horaria a los chicos

Micaela Pereyra / La Capital

La computadora es un elemento más del aula. Está a disposición de los 25 chicos que asisten a primer grado en la Escuela Nº 64 Teniente Pablo Riccheri. La iniciativa intenta acercar por igual a los más chiquitos a la tecnología, incorporar la informática a los usos y necesidades diarias de la clase y acompañar la alfabetización inicial.

“Se implementó esta estrategia para que la maestra la utilice de manera paulatina, con creatividad y a favor de la alfabetización. No hay un día o un horario establecido, se usa de acuerdo con la necesidad de los chicos, del docente y de los contenidos”, explica Adriana Paciaroni, directora del establecimiento de Moreno 965.

La idea surgió como parte del proyecto de extensión horaria que la Escuela Riccheri desarrolla desde el año pasado. Todos los alumnos participan luego de las 12 del mediodía en talleres gratuitos de inglés, computación, club de niños pintores, artesanías, coro, música y técnicas de estudio. Para los más chiquitos el taller de computación empieza en 2º grado. Razón por la cual se decidió instalar la computadora en el aula para que los alumnos desde el primer día se familiaricen con su uso.

Utilizan programas especiales de acuerdo con la edad e intereses. Nicolás tiene 6 años, cuenta que visitaron la Granja de la Infancia donde conocieron muchos animales y luego hicieron unos dibujos en papel con collage. “También la seño nos puso un dibujo para pintar en la compu, de tortugas, vacas y caracol en el paint”, señala. “Además escribimos sobre la granja y después nuestro nombre”, explica Jesús.

“Se usa para complementar las actividades y cuando van terminando sus tareas en el cuaderno, a veces vuelven a escribir lo que ya hicieron en la clase, a pasarlo y corregirlo. Son 25 alumnos, hacen cola para usar la computadora y se tienen paciencia durante un rato pero después quieren usarla todos al mismo tiempo”, relata Claudia, la maestra reemplazante que se sumó a la iniciativa previa capacitación en la misma escuela.

Con notable acento portugués aunque muy fluido para hablar, Rayan, que hace pocos meses llegó de Brasil, expresa para todos: “Hice sumas, contando: dos más tres son cinco y cuando se pone bien el resultado paso a otra cuenta, yo lo pasé dos veces”.



Inclusión de tecnología

“Además aprendimos a escribir en la computadora, es más fácil porque las letras ya están y hay que elegirlas nada más, es más divertido”, puntualiza Rocío y apunta, sin querer, una de las cuestiones que advierten los docentes e investigadores para propiciar la inclusión de la tecnología en la propia aula.

Los maestros presentes destacan los beneficios de usar el teclado: “Los entusiasma más, tienen más ganas de escribir en la computadora que a mano porque les cuesta menos, además se utilizan las letras de imprenta que son las que ellos ven asiduamente en la vida cotidiana”, subraya la vicedirectora, Patricia Di Natale.

En este sentido, vale recordar lo que la educadora argentina Emilia Ferreiro sostiene desde hace mucho tiempo: “Las nuevas tecnologías ayudarán a la educación en su conjunto si contribuyen a enterrar debates interminables sobre temas agotados como por ejemplo, ¿hay que comenzar a enseñar con caracteres ligados o separados?; ¿qué hacemos con los zurdos?; ¿hay que enseñar a leer por palabras o por sílabas?”.

Por eso, en varios de sus ensayos la investigadora del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional de México (Cinvestav) aplaude la llegada de la tecnología tanto para leer como para comenzar a escribir, y especifica cómo aprovechar el uso de la computadora desde nivel inicial: “Bienvenida la tecnología que elimina diestros y zurdos: ahora hay que escribir con las dos manos, sobre un teclado; bienvenida la tecnología que permite separar o juntar los caracteres a decisión del productor y enfrenta al aprendiz con textos completos desde el inicio”, resalta la investigadora Ferreiro sin dejar de recordar que la computadora por sí sola no va a simplificar las dificultades cognitivas del proceso de alfabetización.

Alumnos y docentes coinciden en que la computadora facilite el proceso de escritura.