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          | lunes, 
          05 de
          noviembre de
          2007 |  
						
							| Se le escapó el tren 
 El resultado final tuvo un efecto fácil de leer. Fue un empate que castigó con dureza a River. Independiente quedó en una posición expectante para seguir dando pelea, aunque el triunfo de Lanús también lo hizo perder terreno.
 
 Si algo le faltaba a Passarella para darse cuenta de que debe apuntar todos los cañones a la Copa Sudamericana, fue lo que ocurrió ayer en el Monumental. Su equipo dejó pasar el último tren para acercarse al lote de punteros y quedó lejos para estirarse en otro intento en las últimas cuatro fechas.
 
 River no jugó el primer tiempo con la inteligencia que requería la situación. Necesitaba ganar y entró dormido. Encima, pagó esa desconcentración con la desventaja tempranera. Matheu aprovechó con un cabezazo un centro de Montenegro y abrió un gran signo de interrogación para las posibilidades millonarias.
 
 Independiente se encontró demasiado rápido con el mejor escenario. Recién se estaba acomodando y ya estaba arriba en el marcador. Lo cuidó a su manera. Trató de administrar la pelota cuando pasaba por los pies de Montenegro y mantuvo a la defensa millonaria ocupada con la presencia de Germán Denis.
 
 Pese a que River se empeñaba en no dar señales de reacción, igual se la arregló para arrinconar a su rival. Lo hizo cada vez que Ortega comandaba un ataque y con Falcao, siempre dispuesto a capitalizar los errores de Rodríguez y Moreira.
 
 De tanto ir, la mayoría de las veces sin juego elaborado, llegó el empate de Belluschi cuando se bajaba el telón de la primera etapa. Fue un gol oportuno porque despertó a River para encarar el complemento con otros bríos. También ayudaron los ingresos de Ríos y Domingo, quien le dio más equilibrio a la zona media. Falcao tuvo el triunfo pero Assmann se lo negó. Contestaron Denis con un cabezazo y Montenegro con un remate.
 
 La sensación era que River llegaba más, pero Independiente era más punzante. Un desborde del ingresado Moreno encontró a Pusineri para definir pero su remate quedó en Carrizo.
 
 Hubiera sido injusta una victoria de Independiente. Esta igualdad no fue para tirar manteca al techo pero tampoco lo obligó a despedirse del torneo. A River, en cambio, directamente lo condenó a mirar con exclusividad la Copa Sudamericana. l
 
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