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miércoles,
17 de
octubre de
2007 |
Biodiesel: Renova inauguró la primera planta del cordón
La empresa de Glencore y Vicentín producirá 240 mil toneladas anuales
en San Lorenzo
Renova, la empresa conformada por Vicentín y Glencore, inauguró oficialmente ayer la primera planta de biodiesel del cordón agroindustrial santafesino. Debutó así una nueva unidad de negocios del complejo sojero, que promete inversiones por 400 millones de dólares si se suman los proyectos que tienen en marcha distintas empresas aceiteras.
Ubicada en San Lorenzo, la planta de Renova demandó una inversión de 40 millones de dólares y tiene una capacidad de producción de 240 mil toneladas de biocombustible elaborado en base a aceite de soja. En la firma ya están estudiando duplicar esa capacidad, proyecto que podría cristalizar en aproximadamente un año.
Sergio Gancberg, presidente de la firma, destacó que con este paso la Argentina entra al negocio mundial de producción masiva de biodiesel, hoy dominado por EEUU y Europa. “Se trata de una nueva unidad de valor dentro de la cadena”, señaló.
En el acto de inauguración, la transición política en la provincia llegó al protocolo. Participaron el gobernador Jorge Obeid, y su sucesor Hermes Binner. Estuvieron la plana mayor de Glencore (compañía suiza que controla la argentina Oleaginosas Moreno) y de la santafesina Vicentín.
La planta cuenta con una unidad de refinado del aceite crudo de soja, que tiene una capacidad de producción de 330 mil toneladas por año, y la planta de biodiesel en sí (donde se realiza el proceso de transesterificación), de 240 mil toneladas. El excedente antes de la conversión en biodiesel, 110 mil toneladas, es destinado a la elaboración de aceite refinado para consumo humano. Pero el proceso también genera un coproducto, la glicerina, base de otro negocio que la firma quiere explorar: el de la utilización de productos sintéticos en la industria oleoquímica. La convivencia de aceiteras y empresas petroquímicas en el cordón industrial, señaló el presidente de Renova, prometen un circuito de negocios en común.
En la planta trabajan 40 operarios. Los mercados a abastecer son Estados Unidos, principalmente, y Europa.
La planta de Vicentín y Glencore es el puntapié inicial de una nueva ola de inversiones de las aceiteras, esta vez en biodiesel. Entre finales de este año y de 2008 se radicarán unas seis grandes plantas en la región. Mientras el aceite paga 24% de retenciones, el biodiesel paga 5%.
El gobernador Obeid, resaltó las inversiones proyectadas en esta área y aseguró que sus planes de promoción para la producción de biocombustibles son una “política de Estado” que “sería bueno que continuara”.
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Fotos
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Obeid, Ceretto y directivos de Renova en la planta de biodiesel.
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