“No soy kirchnerista orgánico, sino un aliado autónomo del gobierno”

Aníbal Ibarra vino a Santa Fe para lanzar su nuevo partido político: el Frente Progresista Popular

Rodolfo Montes / La Capital

Aníbal Ibarra acaba de fundar en Santa Fe la junta promotora de su partido, el Frente Progresista y Popular. Se trata del primer paso que da en pos de nacionalizar la fuerza que en Capital Federal es aliada de Carlos Heller y Miguel Bonasso y socia del kirchnerismo.

Ibarra visitó Villa Gobernador Gálvez, donde se reunió con los intendentes electos de esa localidad, Jorge Murabito, y de San Lorenzo, Leonardo Raimundo. Luego, en Villa Constitución, se entrevistó con el sindicalista Alberto Piccinini en la sede de la UOM.

En exclusiva con La Capital, explicó su proyecto, su visión y su obsesión: darle andamiaje al progresismo en la Argentina.

—¿Por qué nunca se pudo reunir al progresismo en una coordinación nacional única?

—Tuvimos procesos interesantes que se dilapidaron (el Frente Grande). Nuestra deuda es constituir un espacio que trascienda la coyuntura electoral. El ejemplo es el Frente Amplio uruguayo, que perduró en las diferencias y llegó al poder.

—Pocos días antes de Cromañón hizo un acto a modo de lanzamiento nacional, que lógicamente luego se abortó, ¿retorna aquella idea?

—Después de lo que pasó, donde tuvimos una responsabilidad fuerte, al cabo de un tiempo volvimos a empezar. En el país vienen surgiendo liderazgos locales, regionales o procesos que se inician con un buen reconocimiento electoral. Nosotros buscamos otorgarle un cauce a ese proceso. Porque si no armamos algo que exprese al progresismo, ¿por qué el progresismo va a tener una expresión destacada en el país?

—¿Es posible una construcción política autónoma estando tan cerca del kirchnerismo?

—A quienes hacen profesión de fe kirchnerista y son más papistas que el Papa, les digo que no cuenten conmigo. Lo demostré en varias situaciones, incluso en aquellas que hasta me hubiera convenido. Me defino como un aliado autónomo del gobierno, con posiciones incluso críticas, sobre todo por el apoyo que les da a distintos caudillos provinciales que representan lo viejo de la política. Creo en la conformación de un espacio autónomo que se dé políticas propias; no pertenezco a una orgánica del kirchnerismo.

—¿Cómo analiza la experiencia del progresismo en Santa Fe?

—Hermes Binner pudo conformar una gran alianza para la elección local. Pero ahora se produce una diversificación de ese voto entre varios candidatos. Por eso Binner no manifestó un compromiso con las elecciones nacionales. Y seguramente los votos que obtuvo no irán a Elisa Carrió porque (Rubén) Giustiniani sea el vice.

—¿Cree que el 28, en Capital Federal, el progresismo se recuperará del palazo que le pegó Mauricio Macri en junio?

—Creo que el palazo nos lo dimos antes, en Cromañón. Lo de junio fue una consecuencia. Hubo una utilización política de la tragedia, el progresismo se corrió y ganó Macri.