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sábado,
06 de
octubre de
2007 |
Ecuador nacionaliza las ganancias extras de las petroleras
El gobierno quiere que las empresas se queden, pero las firmas evalúan ir a la Justicia
Quito. — El gobierno nacionalista de Ecuador dijo que busca negociar con las petroleras extranjeras para “garantizar” que sigan operando en el país, luego que el jueves a la noche elevó abruptamente por decreto la ganancia que recibe el Estado de los ingresos extraordinarios del crudo. Muchas de las petroleras advirtieron que podrían recurrir a tribunales locales e internacionales por violación de sus contratos. Entre las afectadas se hallan la hispano-argentina Repsol y la brasileña Petrobras.
El gobierno ecuatoriano del presidente nacionalista Rafael Corrrea ha advertido que no permitirá más “una relación injusta en la división de los ingresos” generados por los altos precios petroleros. El trato previo establecía que los ingresos extraordinarios generados por el aumento del precio del barril se dividían en mitades iguales entre el Estado ecuatoriano y las petroleras. El jueves a la noche Correa firmó un decreto por el que el Estado se queda con el 99% de esas ganancias extras.
“Creo que no se van a ir (las compañías). Vamos a buscar negociaciones que permitan que se queden en los términos que esa presencia en el país sea favorable”, dijo el ministro de Minas y Petróleo Galo Chiriboga. Previamente el ministro ya había dicho que se buscarían “soluciones amigables” con las petroleras extranjeras.
El gesto de Correa alimenta temores de que el mandatario, que acaba de imponerse en una elección de constituyentes, apueste por una mayor intervención en el estratégico sector petrolero, al igual que su aliado, el presidente de Venezuela Hugo Chávez. El decreto de Correa implicará unos ingresos extraordinarios para el Estado de 800 millones de dólares. El acuerdo sobre precios anterior dividía las ganancias a partir de un precio base del barril de 30 dólares. Hoy el barril de crudo ecuatoriano se cotiza en 61 dólares. Ecuador no es una potencia petrolera como Venezuela, pero posee una importante producción, de unos 500 mil barriles diarios.
La medida, según analistas, va a deteriorar el clima de negocios en el quinto productor de crudo de Sudamérica.
Cambio contractual. Chiriboga agregó que si las empresas “no se sienten cómodas” con la modificación deben “migrar” sus contratos de participación en otros de prestación de servicios. Esta es una figura y una estrategia que ya aplicaron Chávez, en la cuenca del Orinoco, y el presidente boliviano Evo Morales. Ambos lograron imponer sus condiciones a las multinacionales, pero la retracción de las inversiones extranjeras en los dos países resulta evidente. Bajo los contratos ahora propuestos, Ecuador pagaría por la extracción del crudo más una utilidad, para recibir la totalidad de la producción. Las petroleras de esta forma ya no podrían exportar.
Chiriboga sostuvo que Ecuador está listo para discutir los ejes de su nueva política petrolera y “propiciar la continuidad” de compañías como Repsol-YPF, Petrobras y la china Andes Petroleum. La mayoría de los contratos de estas compañías —que extraen unos 250.000 barriles por día— vence a partir de 2012.
La decisión de Ecuador equivale a una “nacionalización”, advirtió el presidente del gremio de las petroleras. René Ortíz afirmó que las firmas continuaban evaluando el impacto de la decisión del presidente Correa. Otras fuentes de la industria no descartaron acciones legales contra la medida, dado que modifica unilateralmente los contratos originales.
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El presidente Correa sigue el modelo de Chávez y Evo.
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