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sábado,
06 de
octubre de
2007 |
Techos de teja
Diseños con altura
Cubiertas clásicas y de vanguardia. Cuáles son las tendencias y recomendaciones para su colocación
Condicionado por la estética, la calidad de los materiales y los recursos de aislamiento, la elección del techo de la casa no es un tema menor. Con el paso del tiempo quedó demostrado que las tejas son un recurso clásico y resistente, y a la vez un producto de vanguardia en sus múltiples tonos y diseños. El arquitecto Javier Baigorri detalló a Estilo algunas tendencias y recomendaciones en materia de diseño y colocación.
“Existe una preferencia, sobre todo en el centro de la ciudad, por colocar techos planos, aunque siempre se aconseja algún grado de pendiente debido a las lluvias, la humedad y los desagües. En cambio, en un country, el techo siempre lleva inclinación porque jerarquiza la propiedad”, explica el arquitecto.
La teja de cerámica es una pieza perdurable de una resistencia mecánica de 150 a 280 kilos. El material sólo se extrae de cadenas montañosas ubicadas en Olavarría (Buenos Aires) donde se encuentra la arcilla más valiosa del país.
Para cubiertas de color y a diferencia de los productos que se fabrican pintados la teja esmaltada es un producto inalterable horneado a altas temperatura que se funde con la arcilla, haciéndola homogénea e invisible. Este tratamiento favorece una menor absorción del agua y evita la formación de hongos.
La gran variedad de tonos y accesorios multiplican las opciones y terminaciones. Existe una teja para cada estilo, sea natural, esmaltada o brillante, de color negro, envejecida, siena, verde o azul. “La combinación de colores crea techos personalizados y de atractiva apariencia. Los arquitectos utilizamos la tendencia de incorporar tres o cuatro colores en una misma pendiente, inspirados en un modelo tradicional de villas italianas.”, explicó Baigorri.
Para satisfacer los deseos de encontrar una teja resistente al envejecimiento, la humedad y el calor, cinco diseños conforman algunas de las alternativas vigentes en el mercado:
La línea francesa constituye la cubierta de tejas más difundida. Con un estilo clásico adaptado a la arquitectura de vanguardia resulta funcional para techos de pendientes pronunciadas. Por sus características esta pieza presenta superior uniformidad y calibre, con la posibilidad de incorporar una teja con orificios para ventilación según determinada superficie de m2.
Las tejas clásicas combinan el estilo de los tradicionales techos de pizarra con una óptima performance y una vida útil casi ilimitada. Para este modelo de teja plana el color que más se utiliza es el negro.
La tradicional teja colonial perfeccionada por la tecnología más moderna asegura mayor resistencia y estabilidad dimensional, presenta distinción, brillo y perfecta superposición.
La línea romana también tiene la armonía de los techos coloniales, con un sencillo y rápido proceso de colocación y encastre. Por su simpleza y ahorro de material (su tamaño permite colocar 11 tejas por m2) reemplaza a la colonial, que necesita de 28 piezas para cubrir apenas un metro. Esta pieza logra equilibrio entre lo moderno y lo clásico y se convierte en un modelo apto para viviendas recicladas o construcciones nuevas. Existe una tendencia de combinar la teja romana en tres y cuatro colores dentro de una misma pendiente, creando techos personalizados y de atractiva apariencia.
La teja americana diseñada para techos de baja pendiente presenta un diseño moderno y líneas muy suaves que logran un efecto diferente.
Colocación
Al momento de colocar una cubierta es importante tener en cuenta la pendiente y los desagües, que pueden escurrir el agua de lluvia en forma directa o mediante una canaleta. La pendiente mínima varía según el diseño de la teja, con un mínimo del 20 por ciento para la teja romana y francesa, y un máximo de 35 % para la línea clásica. La pieza plana necesita mayor pendiente para desagotar fácilmente el agua.
A diferencia de un techo de chapas que tiene gran versatilidad, poco peso para manejo en obra y rápida colocación, las tejas requieren de mayor trabajo pero con excelentes resultados a largo plazo. Una serie de recomendaciones y accesorios de colocación colaboran con la tarea de unir las piezas de encastre.
La teja cumbrera para arista o encuentros, por ejemplo, evita la carga de cemento sobre las juntas, principales causantes de los problemas de filtración. Otras piezas como el caño y la teja chimenea, la media teja y el frontón cuidan los detalles de la superficie.
En techos de losa inclinada siempre conviene clavar la teja y no pegarla porque contrae y dilata separada del resto de la cubierta, evitando fisuras. A través de listones se separa la teja de la losa y se forma una cámara de aire entre la teja y el techo. En el caso de rotura se puede reemplazar fácilmente la pieza.
Para colocar un techo de teja los tirantes se sujetan sobre la membrana asfáltica mediante un clavador cada 35 centímetros (el equivalente a la medida de cada teja). “La aislación por debajo de la cubierta es fundamental, porque si el material toca con la teja, se moja lo de abajo y pierde la propiedad de termicidad. El mejor aislante es el aire circulando y por cada faldón de 50 m2 se aconsejan dos rejillas. La línea francesa incorporó tejas de ventilación con orificios que se colocan a una determinada superficie. Tener en cuenta que la cerámica siempre absorbe un poco de agua, por eso es importante también la calidad de la membrana”, destacó el arquitecto.
Más datos: www.cerronegro.com.ar
www.aberturascentro.com
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