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sábado,
06 de
octubre de
2007 |
Las razones de la bronca
Las limitaciones a las construcciones en altura sólo buscan rédito político para calmar los reclamos de los vecinos de obras en construcción.
Un plan debe ser más profundo, integral y tiene que reflexionar sobre la ciudad del futuro.
Las reformas alcanzan a dos sectores puntuales. No hay percepción de ciudad como totalidad.
No hay noción de los efectos que produciría el nuevo plan sobre el paisaje y el espacio urbano.
Nunca hubo un debate real con los profesionales del área.
Las medidas atentan contra la actividad. En algunas zonas la vuelven inviable económica y financieramente.
Los departamentos y los alquileres subirán un 30% y los gastos centrales serán un 50% más caros porque habrá menos unidades para repartir el costo fijo de los edificios.
Habrá menos inversión y caerá el empleo en el sector.
Todo es incertidumbre y se está perdiendo una gran oportunidad de discutir seriamente un nuevo Código Urbano para Rosario.
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