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sábado,
06 de
octubre de
2007 |
Voces
“Se construirá menos y peor”
Aureliano Saruá
(presidente Colegio de Arquitectos de Rosario)
El presidente del Colegio de Arquitectos fue uno de los que alzó la voz contra la estrategia municipal. “No hubo chances de opinar porque al plan lo presentaron ya cerrado, no hubo debate”, aseguró. “Como profesionales debemos levantar la señal de alerta sobre los impactos sociales y económicos que provocará el proyecto municipal”.
Para graficar la situación actual comentó que lo que pasa hoy es algo parecido a lo que ocurrió en el 2001, cuando los ciudadanos tenían plata en los bancos y, de repente, se quedaron sin nada. “El propietario de una vivienda sabe que la misma posee un determinado valor, aunque ignora lo que va a costar mañana”. Asimismo apuntó que los capitales provenientes de los fideicomisos y del campo, “ya no se instalarán en la actividad de la construcción y se irán a otro lado”.
Con esta reglamentación se construirá menos y peor, opina Saruá. “Planeamiento objeta las alturas pero permite que se construyan bloques hacia el interior de la manzana, lo que genera condiciones degradadas para vivir, con serios problemas para ventilar e iluminar los ambientes”, subrayó el arquitecto.
Por su parte, el vicepresidente del CAD2, Emilio Farruggia, buscó refutar la idea de que el boom de la construcción sólo genera inconvenientes para los vecinos. “Desde 2000 hasta 2006 se levantaron 1.000 edificios con más de 800 metros cuadrados. Y en el último año sólo se presentaron 92 proyectos para torres de más de 500 metros cuadrados en la zona centro y 78 en el primer anillo perimetral. Eso en nuestra ciudad es un valor muy chico. La situación no tiene el dramatismo que el diagnóstico municipal supone”, destacó Farruggia.
“Subirán los departamentos y los alquileres”
Mario Ulanovsky
(titular de la Asociación de Empresarios de la Vivienda)
La postura de Mario Ulanovsky, titular de la Asociación de Empresarios de la Vivienda es una de las más claras y firmes desde el inicio de las discusiones. “La Municipalidad llamó a debatir pero el proyecto se mandó al Concejo en forma enlatada. No es correcto lo que propone porque hace décadas que no se construye en el microcentro y en el resto del área”, advierte.
El empresario opina que entre las posibles consecuencias que forzaría el plan de la Intendencia están el aumento de los precios de las viviendas por la escasa oferta de terrenos y alerta que esa suba se trasladará a los alquileres y los gastos centrales. “Estas restricciones desalentarán la inversión y provocarán la caída del empleo en el sector”, dice.
El empresario fue uno de los pocos que tuvo acceso a algunos puntos modificados por la Municipalidad en esta segunda versión del plan. La altura del área central se llevó a 23 metros, lo que fue considerado como “un paso en la dirección correcta respecto de los 19 metros originales, pero insuficiente respecto del doble del ancho de calle (27,70 metros para la mayoría de las calles) que creemos apropiada en función de las alturas ya construidas y de la viabilidad económica de los edificios en altura”, comenta Ulanovsky.
En tanto, para los tramos de complemento de altura se permitirá enrasar con el edificio lindero más alto (en la primera versión era con el más bajo) y según opina, “esa es una medida correcta”.
En tanto, para los tramos patrimoniales dice que siguen esperando la largamente anunciada depuración y en cuanto a los corredores comenta que se agregaron las calles San Juan y Paraguay, en el primer anillo, y parte de Corrientes en el área central, además que se aumentaron las alturas. “Eso es razonable para que sean efectivamente corredores”, asevera.
Según Ulanovsky, la primera versión del plan permitía proyectos especiales en grandes parcelas de no menos de 2500 metros cuadrados en las que tras una larga serie de exigencias se podían construir edificios exentos de hasta 60 metros de altura en el área central y de hasta 46 metros en las áreas de tejido 1 y 2 y en los corredores urbanos del primer anillo perimetral. “Esa posibilidad, que quedaba conformada casi como la única para poder construir en forma viable edificios con amplias áreas abiertas y que la entidad junto a otros agrupamientos de la construcción había saludado a la vez que solicitado algunas flexibilizaciones, no solamente no se mejoró sino que virtualmente se anuló ya que en el área central se permitirán sólo en 10 lugares pre-establecidos y no se especifica con qué indicadores”.
Mientras que en el primer anillo, si bien se baja la superficie mínima del lote a 1500 metros cuadrados, se baja su altura a 23, 19 ó 15 metros, según las áreas (menos de la mitad de lo planteado inicialmente). Peor aún, se prohibe explícitamente en cada uno de los sectores la construcción de edificios tipo torre. “Eso nos parece incomprensible porque impedirá la posibilidad de realizar proyectos singulares y emblemáticos y causará una monotonía total en los frentes urbanos”, expresa finalmente Ulanovsky.
“Esto no se trata de alturas y fachadas”
Isabel Martínez de San Vicente
(Doctora en Urbanismo)
La master en gestión urbanística y doctora en urbanismo de la Universidad de Barcelona, profesora de la UNR y miembro de la Comisión de Urbanismo del Colegio de Arquitectos de la ciudad, Isabel Martínez de San Vicente, no pone en duda la necesidad de revisar la normativa vigente aunque sostiene que “la discusión no se trata de alturas o de continuidades formales de fachada, sino de la acentuación de las políticas urbanas estratégicas que la ciudad viene llevando adelante en estos años con éxitos notables”.
“Hace falta despojar de falsa subjetividad la discusión sobre la ciudad que queremos y necesitamos, expresando con claridad los objetivos de las políticas urbanas y apelando a todo el instrumental técnico disponible para el cumplimiento de los objetivos planteados, avanzando en el mejoramiento de la calidad de vida de toda la ciudad”, opina la profesional.
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