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sábado,
06 de
octubre de
2007 |
Súper: ahora los clientes piden carne
Para los supermercadistas rosarinos, la inflación acumulada desde enero hasta septiembre, en los productos que ellos comercializan, llega al 10%. Así surge de las mediciones que realizan los asociados a la cámara, comparando la evolución mes a mes de los precios de más de 5.000 ítems que comercializan.
Si bien Roberto Lázaro, titular de la agrupación, insistió que esta medición no apunta a conformar un índice sino que se elabora frente a la necesidad de establecer una referencia sectorial, precisó que las principales variaciones detectadas en el mes de septiembre correspondieron a las verduras, con un 40% de aumento. Le siguieron los productos lácteos y sus derivados, con un 5%, las bebidas y comestibles varios, con un 4%, y los alimentos congelados, con un 3% respectivamente.
Estrategias. Como contrapartida, la carne vacuna mantuvo su precio al igual que los panificados y los productos de limpieza y perfumería, que sí habían registrado incrementos en la medición anterior. “Parecería que se da una alternancia en los aumentos, cuando algunos rubros se mantienen otros suben y al mes siguiente sucede exactamente lo contrario”, explicó.
Y aclaró que con esta oscilación, el efecto en el bolsillo se percibe de acuerdo al porcentaje de la compra que ocupan aquellos productos que más aumentaron.
“La gente tal vez piensa que el 1% de inflación es poco, pero en realidad para que ese aumento se registre, deben alterarse muchísimas otras variables más allá de las que se manejan dentro de un supermercado”, aclaró.
Bifes. En los supermercados ya se comenzó a notar que los consumidores, en su mayoría, adecuan sus hábitos alimentarios de acuerdo al valor de los alimentos: “La gente volvió a comprar más carne y de la verdura casi ni se acuerdan”, sintetizó Lázaro.
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