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sábado,
06 de
octubre de
2007 |
La historia se repite
¿Se acuerdan de José Octavio Bordón y Carlos Alvarez? Intentaron llegar a la Casa Rosada en 1995. Era, qué duda cabe, una magnífica fórmula presidencial. Bordón simbolizaba la eficiencia en la gestión de gobierno y Alvarez la ética política. En víspera de la elección presidencial del 14 de mayo de aquel año estaba convencido de que el ballottage era posible. Creía que los escandalosos hechos de corrupción que habían salpicado al gobierno de Menem socavarían su credibilidad. Supuse que el voto ético era posible. La realidad fue por demás contundente: Menem triunfó holgadamente. La economía le había ganado la pulseada a la ética. El "uno a uno" fue más importante que los principios. La elección de 1995 me enseñó que el pueblo argentino privilegia, a la hora de elegir, la certidumbre económica, que las luchas ideológicas eran cosa del pasado, que era verdad aquello de "roban pero hacen". En 2007 la historia se repite. El 28 de octubre la ética política será barrida por el ansia de millones de argentinos de preservar la precaria estabilidad económica conseguida en estos últimos años. El 28 de octubre cantará victoria, una vez más, el bolsillo.
Hernán Andrés Kruse
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