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domingo,
30 de
septiembre de
2007 |
Lleno de urgencias, Newell’s inicia el ciclo Caruso ante Boca
Ricardo Caruso Lombardi se cargó toda la presión encima. Histriónico, humorista, no le importa que lo tilden de charlatán. En todo caso, logró que todos se fijen en él y dejó a los jugadores que se preocupen sólo por lo que tienen que hacer dentro de la cancha. Después, tomó decisiones trascendentes puertas adentro y formó un equipo inédito para el estreno con Boca. Que por nombres no parece meter miedo, pero que deja la sensación de que tiene mucho por ganar, además de los indispensables tres puntos.
Mete su toque distintivo en medio de una charla seria, pero también apuntala su idea futbolística, haciendo que todo el mundo se sienta confiado. No le tembló el pulso para convencer a Zapata de que lo mejor es que se ponga a punto y no exponerse, pese a que tuvo que armar un mediocampo con jugadores de poca experiencia y que deben rendir examen.
Caruso puso su sello en varios puntos: ubicó a Ré como marcador central, aún a riesgo de tener que elegir laterales que hace mucho no desempeñan esa función. En el medio ubicó a Donnet en una posición que sin dudas parece más productiva que en los carriles y apostó por un delantero de área como Salcedo antes que uno periférico como Da Silva.
Claro que son tantos los jugadores que no lograron la necesaria consolidación, que la apuesta genera dudas: Mainguyague y Ansaldi en los laterales de la defensa, Pablo Pérez y Lucero en los del medio y hasta los delanteros.
Pero también, como Caruso dijo, viene bien arrancar contra Boca porque lo que produzcan de bueno esos jugadores se potenciará el doble a futuro.
Será muy difícil, pero no vale ponerse nervioso ya. Por eso Caruso absorbió la presión, para que su Newell’s pueda aprovecharlo.
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Fotos
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Ansaldi, Ré y Mainguyague juegan juntos de titulares.
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