Ushuaia

Un viaje en el tren del fin del mundo

Un pintoresco convoy recorre paisajes paradisíacos en el sur de la Patagonia

El Ferrocarril Austral Fueguino, un pintoresco convoy de trocha angosta que recorre paisajes paradisíacos, traslada anualmente a unos 400.000 turistas, a quienes ilustra sobre la verdadera historia de Tierra del Fuego y su relación con el viejo Penal de Ushuaia.

Considerado el “primer tren turístico de América latina”, este convoy fue reacondicionado y puesto en funcionamiento hace 13 años y se encuentra en las afueras de Ushuaia, continuando la ruta nacional 3, a unos 15 minutos del centro de la ciudad, hacia el Parque Nacional Tierra del Fuego. Turistas, la mayoría extranjeros, utilizan este paseo que tiene su mayor auge en alta temporada -comprendida entre noviembre y abril-, cuando parten completos entre cuatro y cinco formaciones diarias, mientras que en el resto del año la cantidad de servicios está relacionada con la demanda. La Estación Fin del Mundo, hasta donde llega el convoy, se halla a ocho kilómetros al oeste de Ushuaia, enclavada en un valle entre el Monte Susana y la cadena Le Martial, a la vera del río Pipo.

El tren turístico funciona los 365 días del año, brindando servicios de acuerdo a cada época y atrae no sólo por su elegancia y estilo, sino también por su contexto histórico. Con una duración de 135 minutos si el usuario decide hacer el recorrido ida y vuelta y de 70 minutos si lo hace solo de ida, el “Tren del Fin del Mundo” es un paseo que permite disfrutar de paisajes deslumbrantes, conformados por montañas nevadas, ríos, lagos, cascadas y bosques vírgenes en la cordillera de los Andes.

El periplo se inicia desde la Plaza Cívica de Ushuaia, en el Muelle Turístico, donde se asciende a un ómnibus que realiza un corto viaje por la ruta nacional 3 hasta la Estación del Fin del Mundo, desde donde parte la travesía. En la Estación Central se encuentra una réplica del “Trencito de los presos”, que recorre uno de los senderos utilizados por los presidiarios decenas de años atrás para abastecer de leña a la comunidad.



Cascada La Macarena

Además de transitar por bosques centenarios, ríos, valles y turbales de gran belleza, este paseo turístico tiene una parada en la cascada de La Macarena. Allí se puede descender hacia un campamento indígena (típico de una de las cuatro comunidades aborígenes que habitaron Tierra del Fuego desde tiempos inmemoriales, entre ellos los yámanas) o ascender hasta observar la naciente de la cascada en la cadena Le Martial.

Con reiteradas curvas y algunos cortos tramos rectos bordeando el Río Pipo, el tren atraviesa sectores que muestran las huellas dejadas por los presos en su rutina diaria de cortar árboles durante casi medio siglo de labor ininterrumpida. Luego de bordear el turbal, suelo característico fueguino, sobre el que se desarrolla un musgo llamado Sphagnum, el tren arriba a la “Estación del Parque”, donde se disfruta de un coche bar y se utilizan las instalaciones sanitarias provistas en coches habilitados para tal efecto.

Durante todo el recorrido acompaña a los viajeros un guía bilingüe (inglés-español), quien explica en detalle la historia del “Tren de los Presos”, lo que dio origen a este singular y atractivo viaje. En el tren los habitantes del entonces presidio de Ushuaia, un establecimiento penitenciario que se halla íntimamente vinculado a la evolución de esta pintoresca ciudad, eran trasladados hacia los campamentos donde cumplían penas de trabajos forzados.

Todo se inició en el año 1902, por iniciativa del ingeniero Catello Muratgia, quien comenzó la construcción definitiva de un penal adecuado y para trasladar los materiales se montó el Xilocarril, es decir un tren que circulaba sobre rieles construídos en madera.

El pintoresco tren de trocha angosta y sus inigualables vistas.