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Paco Urondo desconocido

El último número de Sudestada, revista de cultura, política y actualidad que se publica en Lomas de Zamora, ofrece un anticipo de “Hermano, Paco Urondo”, un libro de Beatriz Urondo (hermana del poeta y militante desaparecido) y Germán Amato que evoca la vida de Urondo entre la biografía y el diario íntimo. “Puedo contar que tuve un perro y que me encantaba jugar con espadas —dice el escritor, en uno de los textos recuperados por la obra—. Nada más. Iba «armado» con alfileres a las fiestas de chicos para pinchar globos. Leía a Alejandro Dumas y la Historia de Cantú. A los quince años me tuvieron que operar de una pierna y al tener que permanecer en cama me entretuve con la «Comedia Humana». Los resultados están a la vista: soy un paranoico. Pero sí saqué una moraleja: siempre conviene enfermarse de un pie para leer a Balzac”.

En otro pasaje, Beatriz Urondo relata el último encuentro con su hermano, en mayo de 1976. “En aquella última reunión, no nos decía a qué lugar viajaría —cuenta—. Nuestro padre le pidió que viajara a Europa o algún lugar fuera del país. No. En esto fue terminante. No. Respuesta a la que ya nos tenía acostumbrados cada vez que se lo insinuábamos. Fingía despertar celos en Alicia, diciendo: como ella viajará unos días después que yo, se va a perder a la banda de músicos recibiéndome en la estación” .

Sudestada publica además una entrevista donde Horacio Verbitsky recuerda a Urondo y, en otras páginas, un fragmento de “Las puertas de la tierra”, libro de Carlos María Domínguez sobre los prácticos de río, una entrevista con Vicente Feliú, uno de los fundadores de la Nueva Trova cubana, historias de mujeres en el barrio Don Orione, de Claypole, y un artículo sobre el escritor colombiano Andrés Caicedo. Contacto: [email protected].