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domingo,
23 de
septiembre de
2007 |
Con ladrones en casa, llamó a la policía y abortó el robo
A plena luz del día, en una casa del centro de Roldán elegida al azar y sin más movilidad que sus piernas. El golpe que intentaron dos maleantes ayer a la tarde tenía suficientes elementos de riesgo como para terminar mal. Y así fue. Los dos hampones llegaron en un colectivo de línea y a poco de recorrer la ciudad a pie abordaron a una mujer que baldeaba la vereda. La encañonaron, la introdujeron en la casa y redujeron a su esposo. Sin advertir que desde otra habitaciónn una hija de la pareja llamaba con sigilo a la policía. Que en minutos los atrapó cuando saltaban un tapial sin más bienes que un revólver y sus ropas.
Ocurrió ayer a las 18.15 en una casa una planta de San Martín 477, uno de los bulevares principales de Roldán. Los muchachos, un rosarino y otro radicado en Villa Diego, habían viajado hasta allí en un colectivo de línea con un revólver calibre 22 encima y el plan, confesado ante la policía, de robar “al voleo” alguna casa de familia. Buscaban efectivo y advirtieron una oportunidad de obtenerlo al toparse con una mujer que barría la vereda frente a esa vivienda.
Los desconocidos le apoyaron un arma en la cabeza y al mismo tiempo intentaron tranquilizarla. “Queremos la plata, quédese tranquila. Si nos da la plata no le va a pasar nada”, se presentaron, según reprodujo un vocero policial. La mujer fue conducida dentro de la vivienda y sus gritos de terror alarmaron a su hija de 24 años, quien estaba en otra habitación de la casa y se quedó allí, escondida.
Delatados. Los maleantes registraron rápidamente el lugar y encontraron en la cocina al esposo de su víctima, Alfonso C., un médico de 57 años y dueño de una clínica de Roldán. Le pegaron un culatazo en la cabeza, lo condujeron junto a su esposa y obligaron a ambos a arrojarse al piso. No se dieron cuenta de que en ese momento la hija de la pareja llamaba a la policía. “Nos dijo que la madre había entrado a la casa a los gritos con un sujeto que al parecer le estaba robando”, precisó el comisario José Luis Zavalla, jefe de la comisaría 6ª de Roldán.
Dos patrulleros partieron hacia la casa del doctor. Cuando se acercaban, el ruido alertó a los maleantes, quienes al verse cercados decidieron escapar por el fondo y treparon a un tapial que da a un callejón interno. Uno de los patrulleros estacionó en el frente de la casa y el otro encaró por el callejón. Allí apresaron a uno de los sospechosos que se alejaba corriendo y atraparon a su cómplice cuando se descolgaba de la pared. No habían alcanzado a robar nada.
Al azar. Los cuatro policías que participaron del operativo les secuestraron un revólver 22 y los condujeron a la comisaría. En su declaración revelaron que habían viajado hasta allí con la intención de robar una casa al azar, según indicó la policía. Se trata de Carlos D., de 20 años, y Diego C., de 25, quienes quedaron imputados de intento de robo calificado a disposición del juzgado de Instrucción en turno. “La casa no estaba señalada, fue al voleo nomás. En total habrán estado cinco minutos”, añadió el vocero policial. l
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