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domingo,
23 de
septiembre de
2007 |
Corrientes: unos 150 mil peregrinos en la Virgen de Itatí
Corrientes.- Unos 150.000 peregrinos llegaron hoy al santuario de la Virgen de Itatí, situado 70 kilómetros al este de la capital correntina, pese a una intensa lluvia que complicó las condiciones para la caminata pero no impidió que los devotos cumplieran con sus promesas.
La tormenta que se desató anoche y finalizó con 80 milímetros de agua caída en el norte provincial provocó la deserción de muchos peregrinos, pero no puso en peligro la masividad del acontecimiento religioso, que culminó con una misa concelebrada por varios sacerdotes.
“Esta lluvia fue una bendición de Dios para nuestro campo después de cinco meses de sequía, por eso la aceptamos y estamos agradecidos aunque nos haya dificultado un poquito las cosas”, sostuvo Omar González, coordinador de prensa de la 28 edición de la Peregrinación Juvenil del NEA.
El lema de los participantes en esta oportunidad fue “Feliz el joven discípulo que se juega la vida como María”, una intención que se plasmó durante las misas que comenzaron desde la madrugada, con pedidos de “una sociedad más justa y fraterna”, tal las oraciones pronunciadas durante las celebraciones.
Los organizadores esperaban la presencia de más de 200.000 personas para este fin de semana debido a la gran cantidad de inscripciones que se produjeron en el Arzobispado de Corrientes y las distintas parroquias de la región, pero el número fue menor debido a que varios ómnibus no llegaron a partir.
Las delegaciones chaqueña, santafesina, formoseña y de la provincia de Buenos Aires sufrieron mermas debido a que el temporal estaba pronosticado desde hacía dos días, lo que también sirvió para que los peregrinos que finalmente salieron a la ruta se preparasen mejor.
“Vimos muchos jóvenes con equipos para lluvia y hasta toldos de mano que utilizaron para los descansos, y la verdad que el sacrificio tuvo su premio en la emotiva ceremonia realizada en la Basílica de Nuestra Señora de Itatí”, indicó González.
Para cuando los ocho sacerdotes que condujeron la celebración de la liturgia comenzaron, la lluvia había cesado y el viento sur comenzaba a despejar el cielo y a secar el camino alternativo por el que muchos caminantes cortan distancia. (DYN)
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