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 domingo, 23 de septiembre de 2007  
Un Munich eufórico lanzó las festividades del Oktoberfest

Con tres certeros golpes con un mazo de madera, el alcalde de Munich, Christian Ude, abrió el primer barril de cerveza y al grito de “Ozapft is” (“abierto está”, en dialecto bávaro) inauguró ayer oficialmente la Oktoberfest, la tradicional Fiesta de la Cerveza.

   Con el estruendo de los 12 cañonazos de rigor, Ude alcanzó la primera jarra de cerveza al primer ministro bávaro saliente, Edmund Stoiber, con lo que quedó libre el camino para la fiesta popular más grande del mundo, que durará dos semanas y que transforma la ciudad en un jolgorio interminable.

   Tras la ceremonia inaugural, comenzó la esperada cabalgata de siete kilómetros, protagonizada por unas 8.000 personas ataviadas con trajes típicos y acompañadas de bandas de música tradicional.

   La Fiesta de la Cerveza se celebra en la Theresienwiese, un recinto de unas 30 hectáreas donde todos los cerveceros bávaros montan sus carpas, con mesas y bancos de madera en las que se sientan los visitantes.

   Se esperan para este año unos seis millones de visitantes de todo el mundo que, seguramente, como cada año consumirán más de seis millones de litros de cerveza de los diversos tipos. El año pasado se lograron vender 6,1 millones de litros de cerveza. La hay para todos los gustos: de la más fuerte, la Salvator- Doppelbock, a la cobriza Hubertusbock o a la típica Maibock.

   Pero además de beber, en la Fiesta de la Cerveza de la capital bávara se come en cantidades asombrosas: salchichas de todo tipo, pero sobre todo las blancas de Baviera con mostaza dulce, pierna de cerdo y otras carnes a la parrilla son algunos de los platos más típicos en esa fecha.

   La fiesta se extenderá hasta las 23.30 horas del 7 de octubre venidero, fecha en la que los representantes de la ciudad volverán a alzar el grito, esta vez para decir: “Aus is!”, en español, “¡Se acabó!”

   La Oktoberfest se realiza desde 1810, año en el que se celebró como acto en honor a la boda del príncipe Luis, heredero de Baviera, con la princesa Tehrese de Sachsen-Hilburghause. l (DPA)
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