James Blunt lanza su nuevo álbum, “All the Lost Souls”

El cantautor quiere revalidar los títulos de “Back to Bedlam”

Ya han pasado casi tres años desde que James Blunt publicó su álbum debut “Back to Bedlam”, convirtiéndose en el artista revelación del año y vendiendo 11 millones de discos en todo el mundo. Ahora, llega la prueba de fuego de convencer que aquello no fue tan sólo cuestión de suerte con “All The Lost Souls”.

Fue número uno en 18 países del mundo y candidato a cinco premios Grammy, con un disco del que el músico británico asegura que era “una colección algo naif de pensamientos, emociones y experiencias, compuestas sin saber si alguien llegaría a escucharlas alguna vez”.

Y ese cúmulo de experiencias adquiridas en estos últimos años son las que relata ahora en “All The Lost Souls”, un álbum que contiene 10 canciones sobre la vida y la muerte, y las almas perdidas.

A Blunt le preocupa la idea del posible distanciamiento de su público tras el gran éxito alcanzado: “Sólo porque me otorguen el efímero título de estrella, no soy menos humano —dijo—. Me pasan las mismas cosas, sólo que mi madre ahora se entera antes”.

Empezó a componer “All The Lost Souls” durante la gira mundial de “Back to Bedlam”, pero para escribir necesita despegarse del ajetreo de los últimos años y buscar la tranquilidad, por eso en el verano de 2006 se retiró a la isla de Ibiza. “Fue entonces y sólo entonces cuando realmente pude parar y cerciorarme de lo que realmente había pasado en estos últimos tres años, y reflexionar a cerca de ello”, comentó el músico.

Blunt regresó a Ibiza el pasado invierno y recibió ayuda de la fuente más insospechada para componer: “Alguien me había robado la caldera y no tenía calefacción”, contó el cantante, y añadió: “Estaba dentro de casa con el abrigo puesto, un sombrero y unos guantes sin dedos tocando el piano”.

“Cuando tienes frío, estas completamente solo y no hablas el idioma del país donde te encuentras, es cuando realmente puedes componer —siguió—. Las canciones que escribí durante el verano, al salir de las discotecas, eran mucho más alegres”.

El disco fue grabado en los Angeles junto a la banda que le acompañó en la gira y producido por Tom Rothrock.