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domingo,
23 de
septiembre de
2007 |
Mercados
El anuncio de la FED y su impacto local
El dólar continuará estable. Los bonos ya muestran una recuperación
Salvador Di Stéfano
Ante los problemas derivados del mercado de hipotecas, el presidente de la Reserva Federal (FED), Ben Bernanke, dejó en el olvido su libreto original y en la reunión de la entidad, con el consenso de la totalidad de los miembros paso a aplicar una baja de medio punto en la tasa de interés de corto plazo.
Los problemas de una medida como esta podrían ser cómo reaccionan el resto de los bancos centrales del mundo. A Europa le preocupa la reevaluación del euro, ya que le quita competitividad a su economía. Para frenar la suba de su moneda podría comenzar a bajar los tipos de interés que se ubican en el 4 % anual.
Si todos los bancos centrales comienzan a bajar los tipos de interés en busca de devaluar su moneda, se podría ingresar en un proceso de devaluaciones competitivas que afecten el desenvolvimiento del mundo a escala global. Si ese fuera el escenario, habría que comprar yen, ya que el banco central de Japón tiene la tasa de corto plazo en el 0,5% anual y no se conocen en el mundo experiencias de tasas nominales negativas.
En conclusión, el escenario internacional es de suba de los productos primarios, como es el caso del petróleo que ya se ubica en 84 dólares el barril y baja de los tipos de interés con competencia de monedas. Esto podría llevarnos a que la baja de los tipos de interés no alcance para remontar la actividad económica y que la inflación muestre una tendencia alcista a futuro, lo que derivaría en un escenario de estancamiento con inflación.
Para la Argentina este escenario es muy positivo. La suba de materias primas le da aire al gobierno ya que incrementa la recaudación y genera un efecto riqueza. Sin embargo, de persistir los problemas financieros a escala mundial, al nuevo presidente le será dificultoso renovar la deuda a vencer que en los próximos cuatro años asciende a 55.000 millones de dólares. El problema no aparece en el año 2008, pero sí se manifiesta con preocupación en 2009.
En cuanto al mercado domestico el dólar está acorralado en la franja que va entre 3,10/3,20, sin mostrar a priori una suba o baja de dicho nivel hasta pasadas las elecciones. La tasa de interés lentamente se va recostando a niveles del 12% anual con tendencia a ubicarse en torno al 10% anual en la medida que los títulos públicos sigan mostrando una tendencia al suba. Los bonos en pesos ya muestran una recuperación importante. El Boden 2014 y el Bogar 2018 ya muestran rendimientos equivalente a inflación más el 8% que es una buena tasa. En cuanto a los Bonar X rinden el 10% anual y manifiestan mucho mejor la suba. A futuro hay que repensar la inversión en Boden 2012. Las acciones todavía tienen para bajas, salvo las ligadas al sector petrolero que disfrutan de un valor de 84 dólares el barril. No creemos que el resto de los papeles tengan chances de subir y vemos un Merval recostándose en la zona de los 2.000 puntos.
Ante este escenario, hay que seguir invirtiendo en pesos, no hay posibilidades de devaluación. Aprovechar las tasas muy atractivas de los bonos nacionales. Prestar atención al pecio de los productos primarios, pero cuidado, a vender la soja de a poco, pero a vender.
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