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 sábado, 22 de septiembre de 2007  
La limitación para la altura de los edificios entró en la cuenta regresiva

Silvia Carafa / La Capital

En diez días el Concejo debatirá las modificaciones al código de edificación de la ciudad. Si los anteproyectos de ordenanza ven la luz, tal como se prevé, habrá limites en la altura de los edificios que se construyan tanto en el área central urbana como en el primer anillo perimetral de la ciudad. El tope máximo para la primera es de 23 metros, aunque admite corredores de 30 como Corrientes. Incluso hay superficies que admiten una altitud diferenciada en función de los llamados planes especiales y de detalle.

   El reordenamiento urbanístico que impulsa la Municipalidad modifica las normas en curso que toleran elevaciones importantes en cualquier punto de la ciudad. Las modificaciones propuestas no sólo bajan las alturas permitidas en la edificación, sino que delimitan con precisión las área de aplicación o incluso las zonas en las que ese tipo de planes están vedados.

    A través de meses de trabajo arduo, los anteproyectos sumaron consenso, opinión y debate entre todos los actores involucrados en el tema y no faltó una audiencia pública en la que cada sector expuso y defendió puntos de vista sobre el rumbo que deberá tomar la estética urbana rosarina.

   “A lo sumo en una semana o diez días los dos anteproyectos de ordenanza estarán en el Concejo”, anticipó la secretaria de Planeamiento, Mirta Levin. El último tramo del reordenamiento urbanístico de Rosario comenzó su cuenta regresiva ayer cuando fue presentado en sociedad ante las cámaras de la construcción y de la vivienda, y del Colegio de Arquitectos. Del encuentro también participaron los representantes municipales que integran la comisión asesora que estudió las reformas.

   Según Levin, a partir de la presentación pública de la nueva iniciativa, que se realizó el pasado 5 de marzo en la Intendencia, se abrió un período de consulta pública y de presentación de la idea en distintas instituciones, organizaciones barriales y empresariales, del cual participaron 375 personas. A la reflexión así lograda también se sumó la opinión de los urbanistas, Alfonso Xavier Iracheta Cenecorta (México), Federico Bervejillo Terra (Uruguay) y David Kullock (Argentina).

   “El objetivo del encuentro fue presentar el informe final del reordenamiento urbanístico que proponemos para el área central y primer anillo perimetral de Rosario”, dijo Levin después de la reunión mientras repasaba ante La Capital las dos voluminosas carpetas que registran, manzana por manzana, inmuebles, espacios verdes y terrenos disponibles de las zonas citadas. En el dossier, los participantes del sector de la construcción también llevaron el informe de la auditoría de los expertos, una copia del anteproyecto de ambas ordenanzas y una encuesta que midió la opinión de los rosarinos sobre las intervenciones en altura.

    Remisa por el momento a dar los detalles finos en cuanto a niveles de altura en cada una de las áreas estudiadas, la funcionaria dejó sentado que el espíritu regulatorio que impulsó la modificación por parte de la Municipalidad queda en firme después del arduo debate que generó entre el mercado inmobiliario que creyó ver en las nuevas reglas una limitación a las inversiones en el sector.

   A modo de ejemplo, las modificaciones contemplan una altura de 23 metros para la denominada área central de la ciudad con el objetivo de compatibilizar morfología urbana, asoleamiento, condiciones favorables de habitabilidad y articulación más adecuada entre volúmenes edificables. Aunque para el mismo sector también se prevén otros niveles de altitud en distintos corredores establecidos en la zona.

   Para esta misma área central, también se propone la revisión del inventario y catálogo de edificios de valor arquitectónico, priorizando la protección de tramos patrimoniales antes que la protección de inmuebles aislados. También habrá redefinición de las áreas de preservación histórica y predeterminación de zonas de reserva asignadas a los llamados planes especiales y planes de detalle.

   En el anillo perimetral, se busca redefinir corredores urbanos, determinar indicadores especiales para grandes parcelas, catalogar los inmuebles de valor patrimonial y áreas de protección, entre otras cuestiones. l
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