Faltan $4 millones para terminar la reparación de Derecho

El decano de la facultad, Ricardo Silberstein, espera 500 mil pesos prometidos por Obeid

Lucas Ameriso / La Capital

Tras el incendio de 2003, la Facultad de Derecho ya lleva invertidos 6,7 millones de pesos en la reparación del histórico edificio. Se han recuperado aulas, se logró ganar espacio en el cielo raso y se reconstruyó (como una réplica) la sala de audiencias del también ex Palacio de Tribunales. Lo hecho hasta el momento con fondos nacionales, provinciales y municipales será inaugurado en diciembre. Sin embargo, las obras pendientes aguardan la llegada de nuevos fondos. Así lo consignó ante La Capital, el decano de la casa de estudios, Ricardo Silberstein, quien calculó una inversión adicional de 3,7 millones de pesos extras para reparar la torre, el interior del edificio y la fachada por Santa Fe.

La fatídica tarde del 1º de julio de 2003 marcó un punto de inflexión en el destino del edificio. El incendio provocado por bombas de estruendo lanzadas a los techos por gremios que se manifestaban en la plaza San Martín generó un efecto devastador. Sin embargo, la facultad renació de sus propias cenizas.

La estructura del Estado se puso en marcha para recuperar el edificio. Y en estos cuatro años ya se llevan invertidos 6,7 millones de pesos para ponerlo a punto. Con los fondos se terminaron las aulas por Moreno y por Santa Fe, los vitraux y los frescos que dan acceso al piso superior.



Más mejoras. La facultad cuenta ahora con un aula magna insonorizada, con equipos de videoconferencia y última tecnología. A su vez, se renovó el ingreso de calle Córdoba y el frente por Moreno hasta Santa Fe. En esa esquina no sólo hubo que empezar de cero, sino que se hicieron nuevamente los pisos comidos por el fuego. También se realizaron dos escaleras de acceso en los pasillos internos por Santa Fe, para entrar a nuevos sectores ganados a la estructura. Se trata de 1.500 metros cuadrados en la planta superior. Allí se cambiaron los cielos rasos por un entrepiso de madera, que se utilizará para áreas de investigación. Contiguo al lugar, se ampliará el espacio para la Escuela de Posgrado de Derecho.

Pero lo que más sorprendió en la recorrida que este diario realizó por las obras es la réplica de la vieja sala de audiencias del ex Palacio de Tribunales. El espacio donde funcionaba el Museo Angel Gallardo recuperó las molduras, las aberturas y los pisos copiando el diseño original. Silberstein adelantó que allí se trasladará el área administrativa de la facultad donde funcioanará el Consejo Directivo. En un área lindera, en la esquina de Santa Fe y Moreno, ya se previó un espacio para el Decanato. También la planta alta tendrá una sorpresa para el resto de la sociedad rosarina: “Queremos que funcione como un centro cultural, con actividades para la comunidad en general”, destacó Silberstein.

El lugar tiene ingreso independiente y permite su uso más allá del calendario académico. “Todos los sectores refaccionados, se inaugurarán en la primera semana de diciembre, en coincidencia con los 40 años de la creación de la Escuela de Derecho.

  

Pedido. Si bien los avances son palpables en el interior del edificio, el vallado por Santa Fe esconde en su interior escombros y la imagen de una obra inconclusa. “Estamos esperando la entrega de un subsidio adjudicado hace seis meses por el gobierno provincial por unos 500 mil pesos para el frente de Santa Fe. Queda completar un 30 por ciento de la fachada por Moreno, la reparación de la torre, ascensores, cableado, aire acondicionado y calefacción”, enumeró el decano para recordar que existe la promesa de la Nación en enviar 700 mil pesos adicionales.

En total, Silberstein calculó que están faltando unos 3,7 millones de pesos. El decano guarda un as bajo la manga. “Está avanzado el juicio por daños y perjuicios contra el Sindicato de Trabajadores Municipales y el Sindicato de Luz y Fuerza por 10 millones de pesos”, finalizó. Esto se convertiría en una fuente importante de recaudación, pero que todavía no tiene resolución a la vista.

Parte del sector interno del edificio se erige como en su época de esplendor.