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 martes, 28 de agosto de 2007  
Militar de EEUU declarado culpable por tormentos a prisioneros en Irak

Fort Meade, EEUU.- El único oficial acusado por el escándalo de torturas en la prisión estadounidense en Bagdad de Abu Ghoreib, el teniente coronel Steven Jordan, fue declarado hoy culpable del cargo de desobedecer órdenes, aunque absuelto de los de maltrato de los detenidos y mal desempeño de sus funciones. Un jurado militar de diez miembros tomó esa decisión tras siete horas de deliberaciones en una base militar situada al norte de Washington. El acusado, de 51 años, podría enfrentar una pena de hasta cinco años de prisión. El veredicto será dado a conocer más adelante. Jordan estaba a cargo del centro de interrogación en la prisión de las afueras de Bagdad en otoño de 2003, cuando la policía militar estadounidense que estaba de guardia nocturna tomó una serie de fotos de prisioneros desnudos siendo maltratados y humillados sexualmente, incluso siendo amenazados por perros. Esas fotos encendieron el sentimiento antiestadounidense en Cercano Oriente y en todo el mundo y dañaron la credibilidad de Estados Unidos cuando salieron a la luz en 2004. De todas formas, Jordan no estaba acusado específicamente de los abusos que se ven en las fotos. Una parte clave de los cargos es un incidente de noviembre de 2003, cuando las tropas estadounidenses desvistieron y alinearon a guardias iraquíes para registrarlos después de que un detenido lograra colar armas en su celda. La fiscalía ante la corte militar en Fort Meade, estado norteamericano de Maryland, argumentó en su alegato final que la falta de liderazgo condujo a los abusos de los detenidos y que el teniente coronel no prohibió estas atrocidades y vigilar a los soldados. Por su parte, la defensa replicó que Jordan se debió confrontar con una situación poco clara. Al mismo tiempo, el ejército estaba bajo presión de enviar rápidamente más información del servicio secreto. Además, Jordan no tenía “autoridad” en la cárcel, indicó. El jurado sólo comprobó que Jordan ignoró en 2004 la orden de un general de no intercambiar con otros soldados datos sobre la investigación interna de los abusos. Ya antes del proceso, el juez militar desechó dos puntos importantes en la acusación por cuestiones formales. (dpa)


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