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 martes, 28 de agosto de 2007  
Unos 1.500 chicos presos serían liberados por un hábeas corpus
Una fundación presentó el recurso para restituirlos a sus hogares. Piden un régimen especial

Unos 1.500 chicos menores de 16 años presos en Argentina podrían quedar en libertad si prospera un recurso de hábeas corpus presentado por la Fundación Sur. La entidad señaló que los chicos de todo el país, quienes deberán ser restituidos a sus hogares, son mantenidos encerrados en comisarías o establecimientos que no cuentan con las condiciones mínimas para una permanencia digna.

   La entidad exigió, a través de una acción judicial, un régimen especial de hogar abierto. Se procura que la resocialización quede en manos de los padres. La resolución sobre el recurso está en manos de la Sala III de la Cámara de Casación Penal, hasta donde llegó la causa luego de sucesivos pronunciamientos en contra de la concesión del hábeas corpus producidos en primera y en segunda instancia. En menos de 20 días el tribunal deberá expedirse sobre el hábeas corpus presentado en septiembre de 2006

  

Privación. La Fundación Sur aseguró que, debido a lo que determinan las leyes, los niños y adolescentes menores de 16 años alojados en institutos están privados ilegalmente de su libertad.

   Según lo establecido por las convenciones internacionales y las mismas normas constituciones argentinas, los menores de 16 años no pueden ser castigados con encierro.

   “No pueden ser perseguidos penalmente ni cumplir penas, por ser inimputables de delitos. Por eso deben ser liberados”, explicó Laura Rodríguez, de la organización.

   La especialista señaló que la libertad debe ser concedida dentro de un régimen especial de hogar abierto, en el cual la familia del chico cumpla el papel de resocialización del mismo que no realizan los institutos donde se encuentran internados.

   “Esas instituciones no cumplen las funciones para las que fueron creadas y deben considerarse centros de detención como los de los adultos, lo que constituye una violación de los derechos de los niños, niñas y adolescentes. Corresponde sobreseerlos por no ser punibles”, destacó Rodríguez.

   Además, estimó que, en su mayoría, los chicos detenidos están acusados de delitos leves como hurtos y robos, y que son muy pocos aquellos a los que se les imputan delitos graves. Añadió que no hay datos precisos sobre la cantidad de chicos alojados en esos centros.

   La Sala III de Casación convocó para debatir el tema a la Fundación Sur, la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, el Consejo de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes de la ciudad de Buenos Aires, la Asociación de Magistrados, la Defensoría General de la Nación, la defensora pública oficial y el fiscal general de la Cámara de Casación. Se pide que declare la ilegitimidad de las privaciones de libertad denunciadas.

   

Ley Agote. Derogada por la Convención de los Derechos del Niño y por la Constitución, la ley Agote de 1919, sigue siendo la fuente real de casi todas las decisiones judiciales.

  Pero si las condiciones materiales de los chicos detenidos son gravísimas, sus condiciones jurídicas son peores. Así lo asegura el abogado Emilio García Méndez, profesor titular de Criminología de la Universidad de Buenos Aires.
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Según los especialistas en minoridad, las instituciones son centros de detención de chicos y no cumplen las funciones de resocializar a los internos, para las que fueron creadas.



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