Cristina y su afán didáctico

Quisiera hacer un comentario respecto del afán didáctico de la senadora Fernández de Kirchner cuando presentó su candidatura a presidente. Allí corrigió a sus seguidores cuando coreaban su nombre al son de "Cristina presidente". Con crispado rostro admonitorio y el índice enérgicamente señalando a los presentes, nos sorprendió con sus correcciones gramaticales al afirmar que debían corear "Cristina presidenta", en lugar del supuestamente masculino "presidente". Con genuino afán docente me permito recordarle a la señora candidata que la palabra "presidente" es el participio activo del verbo "presidir", es decir, "el que preside", como "amante" lo es de "amar" y "ente" de ser. ¿Deberíamos llamar a una gallina o a una silla "entas" y a una mujer que ama "amanta"? Diferente es el caso del actualizado "concejala" —aunque a algunos no nos guste— que sí es un sustantivo femenino derivado del respectivo sustantivo de género masculino "concejal", como, por ejemplo, también lo son "diputada" y "senadora", siguiendo la saga política que inició el tema. Obviamente que este desliz, tal vez fruto de una encendida oratoria, es algo casi risueño al lado del espectáculo bochornoso que un gobierno autodenominado progresista hace desfilar ante nuestros ojos estupefactos.

Silvia Carreras

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