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sábado,
25 de
agosto de
2007 |
Lo mejor está abajo
Las coberturas de Schiavi, Spolli y Ré fueron el punto alto del equipo
Hasta que Maglio salió disparado al punto de penal, sin dudas que la batería antiaérea rojinegra acaparaba todos los elogios. Sólo en base a la nueva gran performance de Schiavi, que contagia tranquilidad al resto e impone respeto a los rivales, es que podía entenderse el punto valiosísimo que se llevaba Newell’s de Avellaneda. Bien asociado a Spolli y a Ré, sobre todo cuando la defensa se paró decididamente con tres, era el punto más alto de la actuación del equipo de Marini. Pero un fallo, un instante, cambió la historia y la anemia ofensiva que hasta entonces estaba disimulada quedó expuesta.
La esperada dupla Schiavi-Spolli fue tal hasta que Marini se dio cuenta que a Newell’s le entraban por todos lados y que era más fácil hacerle marca personal a Avalos y Sava que tomarlos en zona. Además, no tenía la pelota y soltó a Donnet para que se comprometiera más en el juego antes que en la trepada de Romagnoli.
A partir de ahí logró amainar el empuje de Racing pero no llegó por completo a anularlo. Y encima quedaba claro que los ya carrileros Seri y Lucero sólo estaban para la marca. El equipo de Costas igual se fue desgastando y Villar vivió un poco más tranquilo. Marini tal vez pensó que alcanzaba hasta que Maglio entró en escena.
Newell’s ganó muchísimo con la llegada de Schiavi y más allá de la derrota mostró anoche que junto a Spolli y Ré conformarán una defensa dura de roer. Pero no es cuestión de que la estén poniendo siempre a prueba y, asentado un funcionamiento defensivo habrá que poner mucho énfasis en lo ofensivo que importa tanto o más.
Newell’s hizo mucho ruido en las dos primeras fechas, con la misma cuota de sacrificio y no muchas más variantes. Ahí deberá apuntar Marini sus cañones y eso implica mover algunas piezas. Y eso puede valer mucho más allá que la seguidilla de partidos y el lógico desgaste que se viene.
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