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domingo,
19 de
agosto de
2007 |
“No dudo de que en el depósito judicial haya robos de autopartes”
Lo dice un oficial retirado que durante 11 años trabajó en donde se apilan autos secuestrados
Eduardo Caniglia / La Capital
Hace diez días, el juez de Instrucción Alfredo Ivaldi Artacho describió la caótica situación que se vive en el depósito judicial de automotores que está bajo la custodia de la policía rosarina (ver edición de este diario del sábado 11 de agosto pasado). Entonces, el magistrado mencionó que sobre el predio que se levanta en Doctor Riva al 7200 recayeron varias denuncias por sustracción de autopartes y desmantelamiento de vehículos. Y mencionó que es probable que haya participación de los uniformados en esos hechos delictivos. Además, sostuvo que el estado del lugar es de total abandono y que el suministro de luz eléctrica se hace mediante un enganche al alumbrado público. Tras ello, la Cámara Penal de Rosario intimó al gobierno provincial a que adopte medidas tendientes a regularizar la situación. Ante esa realidad, un oficial de la policía que durante 11 años estuvo vinculado a ese depósito accedió a dialogar con La Capital y contar qué es lo que allí pasa. “Me sorprende la situación que describió el juez, pero no dudo de que eso pueda ocurrir”, dijo.
El policía, que prefirió reservar su identidad por temor a represalias, admitió que mientras él trabajó en el depósito judicial “algunos uniformados sustraían autopartes de vehículos”, pero aseguró que nunca funcionó como un desarmadero ilegal organizado por oficiales superiores de la Unidad Regional II. “Nunca hubo desguace generalizado”, sostuvo. La situación había sido denunciada en enero pasado ante la Justicia por la Asociación Profesional de la Policía (Apropol), el gremio de los uniformados no reconocido por el gobierno provincial.
“Algunos policías robaban (repuestos) para venderlos a particulares, pero también entraban chicos de la villa y se llevaban autopartes”, recordó el oficial que se retiró de la fuerza en 2002. Asimismo, describió las condiciones de precariedad en las que debían realizar la tarea, algo que según el informe judicial se mantiene hasta el presente.
Polifuncionales. “Es un descampado de unas 5 ó 6 hectáreas. No teníamos teléfono. La iluminación era precaria y estábamos enganchados a la luz. Además teníamos que cortar los yuyos nosotros mismos”, explicó.
El policia exhibe una conducta ambivalente con relación a su paso por el depósito judicial. Por un lado, se muestra orgulloso de su “correcto” desempeño en la repartición y por otro se lamenta por su prolongada permenencia. “Nadie quiere ir porque es un lugar de castigo, no te permite ascender y además no se puede recaudar, salvo que estén haciendo las cosas como en este momento”, afirmó.
La realidad del depósito de Doctor Riva y Circunvalación, según dijo el oficial, no es nueva y los antecedentes de la situación de descalabro se ubican a fines de la década del 80, cuando los vehículos secuestrados se depositaban en la ex Jefatura de Santa Fe y Dorrego. El descontrol y la desaparición sistemática de autopartes llevó a que un juez ordenara el traslado a un depósito de Rosario Norte.
A pedido. “No se podía controlar nada. Los policías robaban (repuestos) para ellos y por pedido de sus jefes, pero como todos (los uniformados) pasaban por los pasillos de la Jefatura no se podía acusar a nadie”, recordó. En 1989, a los tres meses de la instalación del nuevo depósito, el oficial fue enviado allí por sus superiores. A partir de ese momento, según dijo, se realizó un inventario minucioso de los rodados secuestrados.
“Se llevaba un registro en el que figuraban los detalles técnicos de cada vehículo, incluidas las marcas de los neumáticos. Además, elaboramos un mapa para ubicarlos en calles numeradas dentro del depósito. Cuando el vehículo era retirado tenía que estar en las mismas condiciones en las que había llegado”, contó.
De ayer a hoy. Esta situación se contrapone con las anomalías enumeradas por el juez Ivaldi Artacho. El magistrado señaló que no se lleva un inventario ordenado de los rodados. “Los vehículos no están precintados ni clasificados. Y tampoco está organizada su localización”, dijo el juez.
El predio de Rosario Norte dejó de funcionar como depósito judicial en 1995 porque el gobierno no le “pagaba el canon” al ferrocarril. Entonces, los vehículos fueron enviados al “descampado” actual. Este policía junto a sus compañeros debieron hacerse cargo del traslado de los rodados y de los que estaban en el depósito de Presidente Perón al 8000, un verdadero desarmadero trucho en el que se apilaban, sin ningún tipo de control, vehículos policiales en desuso y rodados secuestrados. “Era vox populi que allí se robaban repuestos”, afirmó el oficial.
El oficial se sorprende por la ausencia actual de un inventario. “Cuando me fui, se había comenzado a cargar los datos en una computadora. No sé qué pasó después, pero me parece una locura que la sustracción de autopartes esté organizada con la complicidad de algunos jefes”, indicó. l
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Fotos
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El predio de Doctor Riva al 7200 es un verdadero depósito de autos abandonados. Allí, en los últimos años, se produjeron hechos de raterismo pero también de robo por parte de policías.
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