Otro punto de proyección

Argentino le agregó un segundo punto a la recta inicial que empezó a trazar en una temporada larga de 38 partidos. El de un empate que debe considerarse útil, que debe ubicarse en dirección correcta y en plano ascendente. Es que son los primeros trazos del nuevo lápiz con el que Jorge Díaz empezó a escribir la proyección salaíta. Y para descifrar correctamente que la unidad vale, pese a obtenerla de local y con un 0 a 0, hay que mirar al interior de un equipo que recién se forma y que se está poniendo en marcha, como así también el hecho de enfrentar a un rival como J.J. Urquiza que tiene experiencia y las pretensiones de siempre en ser protagonista.

El salaíto venía de igualar en cancha de Villa Dálmine y la presentación en el Olaeta aparecía con la incógnita de si los jugadores se bancarían la responsabilidad que tiene todo dueño de casa. Algo que Jota Jota quiso quebrar de prepo en el inicio y que Argentino supo neutralizar.

No pasó demasiado en la primera etapa, sólo se vio mucha lucha y actitud. Llegadas de interés nulas, jugadas destacadas a cuenta gotas y la abulia de no haber hinchas visitantes para rivalizar con el color del fútbol por culpa de los pocos y locos violentos. Lo que sí se escuchó clarito fue una frase de un jugador de Urquiza hacia el árbitro Ceballos para hacer pesar la experiencia en el juego. "Pará un poco", le dijo López a los 17' para aquietarlo en las sanciones; pero al menos el juez no se achicó y lo amonestó.

Por suerte la segunda etapa disparó emociones. Y las más claras fueron para Argentino. La gran chance perdida fue a los 8', cuando Farías quedó solo con el arquero y definió apurado al cuerpo de Lazarte. También pasó cerca un tiro libre de Di Leo.

Y como las pelotas paradas son fundamentales en la C, en ellas rondó el grito de gol que no llegó. Porque el arquero de Jota Jota se estiró hasta el ángulo derecho para mandar al córner un tiro libre de Ricardo y desde la esquina llegó la pelota que Muzzolón cabeceó apenas arriba del travesaño.

No había caso. Todo marchaba al reparto en blanco. Argentino proponía y la visita cortaba con vehemencia. Sin embargo al salaíto le faltó claridad en ofensiva y en los últimos diez minutos (siete y el adicional) no encontró la fórmula para aprovechar que Urquiza quedó con 9 por las expulsiones en cadena de Fretes (82') y Rudman (83'). Es más, de no ser por las piernas del arquero Fernández y de una pelota parada que se estrelló en el travesaño salaíto cabeceada con dificultad por Otaño (90'), la parada hubiera tenido un final injusto.

Pero no pasó y Argentino dibujó el segundo punto de la recta. La que traza con decisión de proyectarla en dirección correcta y en plano ascendente. l