Una cuestión de estado

La lesión de Ariel Zapata fue casi una cuestión de Estado en el gobierno leproso. Durante 3 días nada se dijo de que ya lo habían operado e inclusive, como las prácticas son a puertas cerradas, se dejó entrever que había participado de los ensayos con pelota cuando ya había iniciado el proceso de recuperación. Quizás se pensó que era más conveniente no volver a poner énfasis en las castigadas rodillas del volante para no afectarlo, pero el Pepi siempre enfrentó sus problemas con determinación. Y de acuerdo a la opinión especializada del doctor Ignacio Astore, no hay por qué pensar lo contrario y en un mes estaría para jugar.

  No necesitó que lo llamen. Al salir del entrenamiento de ayer en Bella Vista, Astore se paró a hablar del tema que conmovió la semana rojinegra y dio todas las explicaciones médicas del caso.

  “En uno de los entrenamientos de la semana pasada, Zapata hizo un gesto de barrido y se sospechó de un primer momento que había una lesión de menisco”, dijo, aunque luego agregó que arrastraba problemas desde el amistoso con Central Córdoba. “Entonces se le hizo a las 24 horas una resonancia magnética que dio normal, pero sabiendo que ese estudio puede dar un falso negativo o un falso positivo”, prosiguió la explicación el médico casi a modo de monólogo. “La clínica era rara, porque tenía dolor en el compartimiento interno y había sospechas sobre el menisco interno. A partir de ahí hizo fútbol y los trabajos lineales los realizó bien, pero en determinados gestos sentía molestias y decidimos profundizar el análisis”, acotó.

  ¿Qué se hizo entonces? “Tenía dos opciones: una nueva resonancia o una artroscopía, que es una microcirugía con un fin diagnóstico, pero si en el momento se detectaba lesión se obraba en consecuencia. Se optó por esto último el martes por la mañana y se mostró en forma directa una ruptura en el cuerno posterior del menisco interno, conservando las dos terceras partes del mismo. Esa lesión le causaba dolor y la sensación falsa de bloqueo que sentía”. Y aclaró: “Consideramos que desde el punto de vista médico, el tema está resuelto”.

  Zapata “ya comenzó a trabajar en el fortalecimiento muscular y en el transcurso de la semana próxima irá progresivamente haciendo tareas de campo”, se explayó. Y además remarcó que “el cruzado anterior, del que fue operado el año pasado, está muy bien y sólo se afectó el menisco”.

  Con respecto a la patología de la rodilla izquierda, que “es distinta y la genera una pequeña chuequera”, Astore considera que “la lleva bien y no tiene ningún dolor”. Y respecto a cuándo podía ser su vuelta, el facultativo piensa que “en cuatro semanas”. l