Inundados santafesinos casi toman por asalto la Casa Gris

Treparon por los balcones y llegaron al primer piso. Fueron sacados por la fuerza policial

Jorge Sansó de la Madrid / La Capital

Santa Fe.— Un grupo de damnificados por las inundaciones de marzo pasado en esta capital pretendió tomar la Casa de Gobierno por asalto ayer en horas del mediodía. Los intrusos treparon por los andamios exteriores de una obra de refacciones que se realizan en el Palacio de Gobierno y alcanzaron los balcones del primer piso, desde donde se accede directamente al despacho del gobernador Jorge Obeid, pero de fueron sacados por la policía provincial.

   Fue inocultable la conmoción que produjo el hecho en los hombres de un gobierno que, casualmente, debutó en enero de 2004 con un ataque a la Casa Gris producto de la ira de quienes se inundaron por el desborde del río Salado en 2003.

   Los damnificados piden 2.000 pesos por familia y sus quejas se basan en que el gobierno otorgó auxilio dinerario a comerciantes y empresarios y a ellos nada.

   La manifestación fue la más numerosa hasta el momento. Cerca de 2.000 personas se instalaron frente a la sede gubernamental con intención —según dijeron— de entregar un petitorio con su reclamo.

   En tanto, el vallado metálico instalado en la vereda de la plaza y una discreta guardia policial custodiaban a los manifestantes cuando nada hacía prever los desmanes posteriores y las corridas de los jefes policiales, además del fastidio del gobernador, quien se encontraba en Venado Tuerto.



Retirada. El jefe de policía provincial, Gabriel Leegstra, se puso a la cabeza del operativo y multiplicó los efectivos, quienes a fuerza de persuasión desalojaron los balcones.

   “La gente está cansada. Además nos enteramos de que se le dio dinero a los comercios y clubes pero no a los vecinos”, justificó Ramón Narváez, presidente de la Vecinal Barranquitas Sur, una de las convocantes de la marcha.

     En tanto, el jefe de la Unidad Regional I, Juan Ruiz, les dio la razón a los manifestantes. “No nos agredieron a nosotros sino que actuaron por el afán de ingresar para que los atiendan”, sostuvo, y explicó el sentido persuasivo de la fuerza de seguridad en el intento de mantener la calma antes que nada, a pesar de las agresiones. “El ataque fue repentino, no lo esperábamos, fuimos sobrepasados, cayó una valla y recibimos cascotazos”, graficó el policía.

La policía admitió que fue sobrepasada por los manifestantes.