Fotos para trabajar la memoria

“Con las fotos se escriben los recuerdos”, reflexiona Eliana y se anima a buscar en su propia historia aquellos momentos que quiere registrar: “Mi primo cuando pasaba en la bicicleta y me saludaba y mi abuelo sentado en la mesa comiendo, no en un día especial, sino como todos los días”.

La actividad con fotografías para trabajar la memoria y las emociones de la vida de cada uno de los chicos, es parte del taller literario que cada semana desembarca en las dos divisiones de 7º año conducidas por la maestra de lengua Carolina Meza y acompañada por la escritora Liliana Guadarrama. El taller tiene además un invitado especial: Néstor López, ayudante de cocina del comedor que funciona en la escuela donde desayunan, almuerzan y meriendan 363 chicos.

Alexis, de 12 años, quiere guardar en su memoria a sus amigos del barrio Las Flores: “Son de la escuela donde iba antes, siempre nos peleábamos pero ahora que no los veo, los extraño y me gustaría tenerlos acá”. Y Maxi Obregón, el futbolista del curso, “una foto de la emoción cuando salgo a la cancha y están todos ahí, conmigo”. “Me acuerdo de cuando tenía 5 años y estuve internado en el hospital durante un mes y medio, no quisiera que vuelva a pasar”, dice Patricio.

El proyecto de taller literario de 7º año de la escuela se completa con la Escuela Nocturna Nº 30. Trabajan las mismas propuestas con los adultos y luego intercambian experiencias.

Al compartir los escritos surgen las semejanzas en sus historias de vida: aparece la violencia, la tristeza, la soledad y también la diversión. “Perdieron la vergüenza, pueden expresar lo que sienten, da mucha felicidad saber que pudimos concretar esto de las emociones a las palabras”, concluye Carolina Meza.

En el taller literario expresan sus emociones con palabras.