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sábado,
18 de
agosto de
2007 |
Sociedad en decadencia
En los últimos años se observa que la sociedad argentina ha perdido sus valores, en particular en las grandes ciudades. Se ha perdido la confianza en el prójimo, desapareció la honestidad y particularmente se ha perdido hasta la vergüenza. La tremenda inseguridad que hoy se padece, se debe antes que a la pobreza al desinterés de los argentinos por todas las auténticas normas de convivencia y por la falta o pérdida del sentido común. La violencia de los alumnos de la escuela que subieron a Internet su “hazaña” de romper los bancos demuestra un odio visceral e irracional hacia la sociedad en donde habitan, un desprecio por todo lo que aún remotamente implique conocimiento, autoridad y disciplina; y… ¡esos alumnos serán los políticos del mañana! Esos chicos son el resultado de la tendencia generalizada de considerar al delincuente y al trasgresor como un “vivo”. Ya asumieron la realidad que diariamente se le transmite a la población: “No hay justicia, por ende no hay castigo”, “estudiar no sirve para nada, rompamos todo y seremos famosos”. Se relativiza cualquier cosa que tenga que ver con normas morales; y se aplaude diariamente a los mediocres, a los ineptos, a los inmorales y amorales que han llegado al éxito con ayuda de los medios de comunicación, mientras que se descarta e ignora a todos los que trabajan honradamente cada día, a los talentosos, a los creativos y genios porque no encajan en el sistema que se quiere crear, donde la mentira es la verdad. Si esto no es una sociedad en decadencia le falta muy poco para serlo.
Alberto Seoane, DNI 16.745.029
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