EEUU y Europa intervinieron para calmar la corrida en los mercados

Las preocupaciones por el derrame de la crisis inmobiliaria en los Estados Unidos volvieron a golpear los mercados del mundo, aunque desde la Reserva Federal y Europa se intentó calmar los nervios inyectando dinero en los bancos. En el plano local la Bolsa argentina cerró en baja arrastrada por las pérdidas en los mercados financieros mundiales, mientras que el dólar se movió un centavo arriba y despertó comentarios en la city.

   Con el objetivo puesto en evitar una crisis mundial de crédito como efecto colateral a los problemas del sector de hipotecas de alto riesgo de Estados Unidos, mediante tres operaciones la Reserva Federal otorgó al mercado 38.000 millones de dólares adicionales en liquidez. Al mismo tiempo, el Banco Central Europeo (BCE) insufló 61.000 millones de euros (83.000 millones de dólares) y el Banco de Japón y la Reserva Federal australiana y de Canadá también hicieron desembolsos. La mayor inyección de efectivo desde los ataques del 11 de septiembre del 2001.

   La Bolsa porteña no pudo escapar al derrumbe global y volvió a sufrir una nueva y fuerte caída que fue atemperada en la última parte de la rueda, cuando actuaron los bancos centrales para mantener el normal funcionamiento de los mercados. No obstante, las acciones líderes que encierra el Merval bajaron ayer 1,65% y producto del contexto de incertidumbre que se vivió en todos los mercados, terminaron de dilapidar toda la ganancia del año para pasar a perder 1,78%. La ola de ventas que se activó cuando el BNP Paribas decidió congelar las cuentas de tres fondos de inversión, dejó al Merval en 2.053,13 puntos con una caída del 4,43% a lo largo de la semana, a un paso de quebrar la barrera de los 2.000 puntos.

   La evolución de los mercados de Europa y más temprano los asiáticos dejó en claro que la crisis se derramó por todo el planeta. En el viejo continente la Bolsa de París cayó 3,10%, la de Madrid 2,60% y en Francfort los papeles bajaron 1,50%. Previamente el Hang Seng de Hong Kong se había hundido 2,37% y el Kospi de la Bolsa de Seúl había concluido con un rojo del 4,20%.

   En Wall Street, el Dow Jones retrocedió 0,23% y el Nasdaq perdió un 0,45%, mientras que San Pablo concluyó con una pérdida del 1,48%.

   El nuevo traspié de los papeles en la Bolsa porteña generó nuevas caras de preocupación entre los operadores. Todos coinciden en que la estrepitosa caída de los papeles no encuentra razones domésticas, pero el desarme de posiciones también afectó a los bonos, “porque ante la crisis los inversores prefieren mantenerse líquidos”, manifestó un corredor de bolsa.

   El Discount en pesos, el principal papel del canje de la deuda, bajó ayer 1,93%, completando una semana para el olvido con una pérdida promedio del orden del 4% entre las emisiones más operadas.

   Además, las turbulencias de los mercados internacionales afectó al dólar. En la “city” porteña cerró ayer un centavo arriba a 3,14 pesos para la compra y 3,18 el tipo vendedor, mientras en la plaza rosarina la divisa cotizó 3,15/3,19.

   Los operadores reconocieron órdenes de compra en el sector mayorista provenientes de inversores que asumieron pérdidas en bonos y acciones. El Banco Central monitoreó de cerca la evolución del mercado cambiario.

Una ola de ventas de bonos y acciones agitó ayer al mercado de futuros de la Bolsa de San Pablo.