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sábado,
28 de
julio de
2007 |
El juego de las palabras
El ministro Coordinador, Rubén Michlig, aseguró ayer que “debe tenerse en cuenta la magnitud de los pedidos de la Corriente, Clasista y Combativa (CCC), entre ellos 20.000 planes de vivienda y 20.000 puestos de trabajo”, reclamos que, según el funcionario, “sólo pueden entenderse en un marco preelectoral”.
Michlig calificó esas demandas como “descabelladas”. Y destacó: “Siempre tratamos de apostar al diálogo y a la búsqueda de soluciones para llegar a un punto de acuerdo sobre cuestiones que valen tanto para la provincia como para el municipio”.
Horas antes de la nueva reunión que tuvo como escenario la Fundación Fraternitas, el secretario de Promoción Comunitaria provincial, Juan Carlos Forconi, había dejado una puerta entreabierta en el marco de las tratativas con los manifestantes. “Quizás hoy (por ayer) se produzcan novedades”, dijo.
En ese sentido, Forconi instó a que la CCC “se ubique en un punto más razonable respecto del reclamo” ya que, según recordó, el último pedido traducido en dinero “era de más de 2.000.0000 de pesos”.
A su turno, la vicegobernadora María Eugenia Bielsa aludió al acampe y pareció fustigar a los referentes de la corriente: “Se utiliza la necesidad para someter a un montón de personas a más necesidad”.
El intendente Miguel Lifschitz reconoció que el acampe en la plaza San Martín “no da para más”, aunque descartó el uso de la fuerza para finalizar la protesta.
Tras asegurar que el municipio acompaña la tarea que viene realizando la provincia, Lifschitz resaltó que “hay que buscar un punto de equilibrio entre el diálogo y la atención adecuada de los reclamos, que son razonables, pero con respeto a la ley”.
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