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 domingo, 08 de julio de 2007  
Reconversión a dos bandas

Gustavo Víttori fue quien acompañó a Benito Correnti a las entrevistas con potenciales inversores para persuadirlos de lo que sería la reconversión del puerto. Esto sucedía en mayo de 2004. Se hablaba entonces de una posible localización que en meses posteriores se terminaría confirmando.

   Otra vez surgen los cuestionamientos: ¿cómo es que mucho tiempo antes que se terminaran los estudios de factibilidad del traslado (tarea por la cual se invirtió un millón de dólares) Víttori y Correnti desarrollaron acciones de convencimiento a potenciales socios e inversores, donde les habrían marcado el lugar preciso donde esos mismos estudios dirían que se trataba de la zona “óptima” para ubicar la nueva estación fluvial?.

   Corría noviembre de 2004 y Gustavo Víttori participaba de las reuniones del gabinete y reclamaba desde la Bolsa más compromiso a las autoridades para conseguir los fondos que le permitieran concretar el deseo familiar.

   Tanto va el cántaro a la fuente que el pasado martes 3 de julio el gobernador, de acuerdo a lo informado por el diario El Litoral, terminó por enviar un mensaje “a las Cámaras legislativas solicitándoles autorización para tomar un préstamo blando de 25 millones de dólares, con destino a la construcción del nuevo puerto sobre el río Paraná”. Agregan en la portada que “la provincia aportará como contrapartida otros 15 millones de dólares” y que además “se dispuso fondos (en concreto 1,5 millones de pesos no reintegrables) para la compra de una draga” , concluye el título.



La doble moral. Una estación fluvial moderna y ejecutiva es un hecho esperanzador y saludable. Pero no al costo de privilegiar a un grupo familiar en perjuicio de los intereses de toda una ciudad. Se confunde lo público y lo privado y el principal perjudicado es el ciudadano que aporta con sus impuestos a la administración estatal, en este caso, provincial. Por ello, el problema también está en la dirigencia política, que es complaciente con esta situación.
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