Año CXXXVII Nº 49527
La Ciudad
Política
Información Gral
El Mundo
Opinión
Ovación
Policiales
La Región
Cartas de lectores



suplementos
Economía
Escenario
Señales
Turismo
Mujer


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 01/07
Mujer 01/07
Economía 01/07
Señales 01/07
Educación 30/06
Salud 27/06
Página Solidaria 27/06
Estilo 16/06

contacto

servicios
Institucional


 domingo, 08 de julio de 2007  
La jueza Cosidoy recibió amenazas de muerte

“Me hicieron llegar una amenaza de muerte. Les insinuaron a unos amigos que puedo morir en un accidente como el ex jefe de Drogas Peligrosas Alfredo de Félix”. La denuncia pública la hizo la jueza federal Laura Inés Cosidoy, quien por sus reiteradas acusaciones en torno a la complicidad entre policías y narcotraficantes, ha sido objeto de varias intimidaciones de grueso tenor.

   Esta vez la amenaza le llegó a través de un grupo de allegados íntimos a su familia, a quienes les sugirieron que se alejaran de la magistrada: “¿Por qué no se despegan de la Cosidoy? Mirá si justo se mata después de salir de tu casa”, les insinuaron en una reunión, según reveló ayer la funcionaria federal.

   Por el momento, la jueza decidió preservar la identidad de los autores de la amenaza. “Sé quiénes son y el martes voy a realizar la denuncia correspondiente con sus nombres y apellidos. Es gente enojada porque está perdiendo mucha plata” en el negocio de la droga, explicó la magistrada.



Sugerencia. El mismo día en que el Colegio de Abogados de Rosario propuso que la jueza federal sea nombrada procuradora de la Corte Suprema santafesina, la magistrada se enteró de la amenaza. “Amigos de mi familia me contaron que les sugirieron que no estuvieran cerca nuestro porque podíamos tener un accidente como el del ex comisario De Félix, dando por entendido que ese no fue realmente un accidente, aunque bajo esa carátula fue cerrada la causa”, precisó la jueza.

   El comisario retirado Alfredo De Félix, de 58 años y ex jefe de la Dirección de Drogas Peligrosas de la provincia, murió el 6 de agosto de 2006 al despistar cuando conducía su Fiat Palio en un tramo de la ruta provincial 1, en el paraje Los Cerrillos, a pocos kilómetros de la ciudad de Santa Fe. La muerte de De Félix fue investigada como un accidente de tránsito aunque su esposa sigue sosteniendo hasta hoy que se trató de un atentado fatal.

   En aquella oportunidad la jueza Cosidoy, miembro de la Asociación Anticorrupción de la provincia de Santa Fe, expresó que pese a estar retirado de la fuerza, el comisario De Félix “se había comprometido a colaborar en la lucha contra el narcotráfico”.

   Además, la magistrada describió que tanto “el comisario como sus familiares directos habían recibido amenazas”. Una denuncia que el 22 de junio pasado volvió a reiterar. “La esposa del ex titular de Drogas Peligrosas fue amenazada al igual que su familia”, dijo entonces la jueza federal.

   El comisario retirado De Félix falleció un año después de que el agente de la Guardia Rural Los Pumas Claudio Capdevilla apareciera muerto, el 6 de agosto de 2005, con un disparo en la nuca y en una ruta del departamento San Cristóbal. Estaba dentro de un patrullero tumbado y la investigación fue cerrada como suicidio.



Distancia. “A mis amigos les fueron claros: «Ustedes tendrían que tomar distancia de la Cosidoy. Se van a meter en un compromiso»”, confió la jueza. Y agregó: “Les dijeron que podrían encontrar alcohol o drogas en nuestro auto. Que había gente muy enojada porque perdía mucho dinero con mis declaraciones”, agregó Cosidoy.

   Las reiteradas denuncias públicas realizadas por la jueza federal, quien planteó con nombres y apellidos un circuito de vinculaciones entre policía y narcotráfico, derivaron en que el gobernador de la provincia, Jorge Obeid, hiciera una serie de modificaciones en la fuerza santafesina que incluyeron la separación de varios hombres con altos cargos. “Hace cerca de diez días un comisario mayor, desplazado por una de esas medidas del gobernador, me hizo llamar para que me contactara con sus superiores porque lo habían sancionado por una equivocación con su apellido”, describió Cosidoy.

   “Soy una persona que hace muchos años está en la Justicia y sé muy bien quién está del otro lado de la vereda. Pero tengo claro que no se puede renunciar por temor. Porque si me dejara doblegar por el miedo tendría que renunciar y no está en mí hacer eso”, sentenció Cosidoy quien el martes presentará la denuncia correspondiente ante la Fiscalía en turno. Recién entonces identificará a los autores de las amenazas por sus nombres.
enviar nota por e-mail
contacto
Búsqueda avanzada Archivo


Ampliar FotoFotos
Ampliar Foto
La jueza Cosidoy sostuvo que no la van a doblegar.

Notas Relacionadas
Un sacudón como el del año 1992


  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados