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domingo,
08 de
julio de
2007 |
Nacional de Clubes
Rugby: Duendes venció a Belgrano y pasó a cuartos de final
Pablo F. Mihal / Ovación
Esto es Duendes. Por cualquier lado que se analizara el partido en la previa se sabía que el verdinegro estaba ante un típico partido chivo, complicado en el que debían conseguir una victoria con bonus e impedir que Belgrano Athletic, su rival de turno, no sumara el punto extra para así poder alcanzar los cuartos de final del Nacional de Clubes 2007. Por si esto fuera poco el equipo cargaba con la pesada mochila de la derrota ante Jockey Club como antecedente inmediato por lo que la presión era aún mayor. Estaban en deuda con ellos mismos pero tras los ochenta minutos saldaron la cuenta al imponerse por un inapelable 43-20 (5-0), en un partido que tuvo mucha emoción y jugadas de rugby de alto vuelo.
En el primer tiempo Duendes cometió errores casi infantiles que le costaron muchos puntos. La falta de solidez en el tackle y las desatenciones fueron los puntos más criticables del conjunto rosarino. De hecho los dos tries que anotó Belgrano Athletic fueron porque supieron capitalizar esas falencias.
No obstante irse al descanso con un marcador desfavorable (14-15), el verdinegro había mostrado posesión, control una buena distribución del juego y dos tries de muy buena factura (Gulino y Matías Virgilio) que invitaban a soñar. Sólo tenía que ajustar algunos detalles ya que se destacaban las individualidades pero le faltaba algo de trabajo en equipo.
Y en el complemento se vio lo mejor de un Duendes que mostró todo su potencial. Jugó como a la gente le gusta. Tuvo paciencia, concentración y eficacia. Para ello, los medios tuvieron una buena lectura del juego y supieron poner el equipo adelante. Con la pelota en su poder, con buen apoyo y con continuidad Duendes fue desgastando a su rival.
Los tries de Luciano Fachetti y Pablo Gulino apenas arrancó el segundo tiempo fue fundamental para Duendes y letal para Belgrano. Desde allí el partido fue otro porque afloró el espíritu, la mística, la garra de un equipo que cuando la cosa se pone dura, va para adelante.
Duendes ganó y lo hizo con solvencia, pero fundamentalmente sin traicionar su escuela y siendo fiel a su rica historia.
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