“Inmensa alegría” en la Iglesia argentina

El obispo de Neuquén, monseñor Marcelo Melani, dijo que “hace tiempo que esperábamos esta noticia” y consideró que “es una inmensa alegría, no sólo para la familia salesiana, sino para la Patagonia, y también debería serlo para toda la Iglesia en la Argentina”.

   El prelado, quien, como el “santo indiecito”, pertenece a la Obra de Don Bosco, destacó, además, que se trata del “primer joven mapuche y el primer indígena argentino en ser beatificado”.

   El obispo neuquino negó que la causa eclesiástica para declarar beato al alumno salesiano se haya pospuesto durante décadas a raíz del culto público anticipado de los fieles. “No es así, hubo errores en el proceso y sobre todo no existía un milagro que pudiera certificarse, aunque sí muchos testimonios de gracias recibidas por Ceferino”, aclaró.

   Dijo, sin embargo, que con Namuncurá “se produjo algo muy espontáneo, porque la gente comenzó rápidamente a tenerle confianza, a hablarle en forma sencilla y a rezarle para que intercediera ante Dios”.

   Consultado sobre las razones por las cuales el indio mapuche va camino a la santidad a pesar de no tener una vida destacada o ejemplar, el obispo sostuvo que “en sus 19 años hizo cosas comunes en forma buena, expresó fortaleza ante la adversidad de la enfermedad, demostró una fe profunda y hasta aceptó el Evangelio sin rencores hacia quienes destruyeron a su pueblo”.

También el sacerdote inspector Vicente Tirabasso calificó como “una inmensa alegría” la beatificación de Ceferino Namuncurá y anticipó que la ceremonia de consagración se hará el 11 de noviembre.