Los más caros recuerdos

El viejo edificio del colegio San Francisco de Sales, en la llamada Manzana Histórica de Viedma, fue el último lugar que habitó Ceferino en tierra argentina, antes de su partida hacia Roma llevado por el cardenal Juan Cagliero en 1904, un año antes de su muerte. La construcción, una de las pocas que resistieron a la inundación que en 1899 destruyó esa ciudad, fue desocupada y vendida por los salesianos en 1988, y actualmente una parte está en manos de la Municipalidad, que realiza refacciones para adecuarlas al uso de oficinas. El aula en la que estudió Ceferino está en reparaciones, pero se conserva una mayólica recordatoria, instalada hace varios años por la asociación de ex alumnos de Don Bosco. Para el sacerdote salesiano Pedro Narambuena, párroco de Carmen de Patagones, “la presencia de Ceferino en nuestra zona fue breve pero muy intensa”.