Las experiencias pedagógicas indican que la radio en la escuela ayuda a los alumnos a expresarse, comprender la lógica del medio y comprometerse con la realidad

Radiochanguito: un espacio para escuchar la voz de los chicos

La Escuela 6.379 Rosario desarrolla un singular taller de radio

Micaela Pereyra / La Capital

“Con la radio aprendimos a escuchar, a expresarnos, sobre todo algunos chicos que no se animan a hablar, y a no quedarnos callados”, asegura Jorge Galeano, que tiene 12 años y es reconocido por sus compañeros como el Pájaro, uno de los realizadores de Radiochanguito, el programa de los chicos de la Escuela Nº 6.379 Domingo Silva, de Uriburu al 7500.

La experiencia de la escuelita de Bajo Hondo, como se la conoce, se repite en otras de Rosario que desarrollan talleres de radio, radios de circuito cerrado, grabaciones y ocasionales programas en vivo en algunas FM locales.

Desarrollar la expresión oral, mejorar las posibilidades de comunicación utilizando el discurso como herramienta estratégica y planificar qué decir son algunas de las cuestiones que se persiguen cuando en la escuela se emprende el trabajo con la radio.

En la 6.379, la idea de hacer radio surgió ante las dificultades expresivas. “El objetivo es que los chicos desarrollen la oralidad y eso se está logrando”, dice Fernando Mut, maestro de grado y promotor de Radiochanguito. Y enseguida destaca “ahora sobre todo están más sueltos para hablar, al principio aparecía mucho tartamudeo, mucha vergüenza, y la sensación de no saber qué decir, pero todo eso ha cambiado”.

La tarea comienza presentando las características de la radio: la fuerza de la palabra oral, el vínculo que se genera con la audiencia que a través de la voz, la música, los efectos, los silencios y los sonidos puede conocer e imaginar, nuevas historias, suponer rostros, idealizar e inventar imágenes.

Radiochanguito empezó hace un año y medio por iniciativa de los chicos de 4º año de la EGB. “El maestro encontró una radio para salir al aire y después empezamos a crear el programa”, cuentan algunos de los 84 alumnos que tiene esta escuela rural donde asisten chicos de barrios que crecen entre las carencias, como el Control, el Terraplén y el Fachinal.

“El programa es una oportunidad para que los chicos hablen y puedan contar especialmente relatos cotidianos, lleven el grabador a los barrios y hablen con los vecinos, pregunten qué necesidades hay y los papás puedan hablar de sus realidades”, explica Fernando Mut, el maestro, periodista e impulsor de esta experiencia que se emite los viernes a las 10, a las 13.45 y a las 20, en Aire Libre Radio Comunitaria FM 91.3.

Primero los chicos de todos los niveles de la escuela empiezan grabando chistes, adivinanzas, sus producciones literarias. “Grabamos poemas, decimos lo que nos pasa a nosotros, a los familiares, lo que le pasó a mi tío que lo agarró una patota; contamos cuentos, hicimos entrevistas cuando cayó el granizo y algunas casas se rompieron”, puntualiza Ivana García, que tiene 10 años y recorre todos los días un largo trayecto hasta llegar a su escuela de Uriburu al 7500.

Los más grandes y los más interesados son los encargados de planificar las grabaciones, hacer guiones, pensar temas para hablar y preguntas para hacer. “Cada semana grabamos y el jueves el maestro lo pasa a la computadora, el viernes sale al aire”, relata Andrés que junto con el Pájaro son los enviados especiales de Radiochanguito.

“El año pasado fuimos al Congresito y este a la Marcha de los Chicos, que reclamaba para que no haya más pobreza en el país. Venían del norte, de Misiones, del Chaco”, cuentan y agregan que también llevaron la máquina de fotos a este encuentro porque este año planean producir y publicar un diario.

“Hace dos semanas hicimos reportajes en el barrio, preguntamos qué hacía falta porque hay que arreglar una parte que es toda de barro, cuando llueve no se puede pasar y por eso muchas veces no se puede venir a clases”, suelta Ivana al referirse a un sector del barrio que es intransitable. Para Ivana, la radio sirve “para decir las cosas y que otros puedan hacer algo, para que alguien te ayude, por ejemplo, los gobiernos. Si uno no dice nada, nadie lo va a ayudar”. Su compañero Jorge se suma y afirma: “Sino la gente se queda callada”.

Hace poco con motivo de la entrega de una computadora a la escuela, los chicos tuvieron oportunidad de entrevistar al gobernador Jorge Obeid, y según sus propias impresiones, el diálogo con el mandatario surtió efecto. “Sirvió de presión”, dicen. “Es que lo teníamos grabado. Nos prometió que iba a arreglar el baño y el patio y ahora lo están arreglando”, detalla Andrés. “Pero nos prometió una pelota y todavía la estamos esperando”, reclama Jorge.



Consumos culturales  

El desafío inicial es familiarizarlos con el medio, con todo el potencial de la radio. Según la encuesta nacional sobre los consumos culturales de los chicos de 11 a 17 años, realizada por el Programa Escuela y Medios del Ministerio de Educación de la Nación, el 95 por ciento tiene posibilidades de acceder a una radio en sus casas, pero sólo el 30 por ciento la elige y con el único interés de escuchar música por FM.

“Los chicos no escuchan AM, los varones, a veces, fútbol. Por eso la primera tarea es escuchar radio y registrar lo que escuchan, que conozcan un lenguaje diferente”, analiza Marcelo Colman, profesor de taller de radio de primero polimodal en el Colegio Adoratrices.

Durante la primera mitad del año, las chicas de Adoratrices trabajan en el taller con grabaciones caseras, conocen los formatos y géneros radiales: la redacción de noticias y la diferencia con las gráficas, el comentario, la entrevista radial, la narración, el radioteatro y el documental. En una segunda parte, van a los estudios de radio que la Universidad Nacional de Rosario (UNR) tiene en la Facultad de Ciencia Política y graban sus propios programas.

En los fundamentos curriculares de los talleres de comunicación aparecen los objetivos de desarrollar el espíritu crítico y que sean capaces de producir contrapropuestas creativas.

En este sentido, Marcelo Colman explica: “Al medio lo entendés cuando lo hacés, es ahí cuando formamos el espíritu crítico. Cuando los chicos producen el medio entienden que están comunicando, comprenden qué intereses hay detrás, cuánto hay de verdad y cuánto de mentira. Se dan cuenta de que pueden tergiversar realidades, pueden actuar, formar personajes, entonces entienden que los comunicadores sociales también hacen lo mismo”.

La palabra es fundacional, la oralidad está íntimamente relacionada con nuestros orígenes y con las primeras formas de aprehender y conocer el mundo. Quizás por estar directamente enlazado con lo testimonial, lo oral nos remite a lo más genuino, a lo íntimo. En ese discurrir de la oralidad, la experiencia de la radio en la escuela toma fuerza, exterioriza los sentimientos y las pasiones de los chicos, permite escuchar a otros y soñar despiertos.

Los chicos de la Escuela Domingo Silva, junto al profesor Fernando Mut, producen Radiochanguito. Cuentan que recorren el barrio grabador en mano buscando sus notas.