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 sábado, 26 de mayo de 2007  
Sobre números y espacios

Hablar de diversidad en la escuela ya no es novedad, sin embargo la implementación de proyectos que atiendan a la misma parece ser lo más difícil de resolver. Los obstáculos que juegan en contra van desde la falta de preparación que manifiestan los maestros, hasta los espacios físicos para atender a los chicos.

—¿Estos avances respecto de la inclusión que menciona no se dan más en el campo de lo teórico que en el impacto en las aulas?

—Creo que algunos criterios no terminan de “bajar” a las aulas. Por ejemplo, sólo qué significa aprender y enseñar, sino también los tiempos educativos. Además, cuando uno escucha a los maestros lo que se oye es que “no hay tiempos”, por que lo que hay es una demanda muy exitista de cantidad de contenidos. Entonces no hay tiempo para trabajar las adaptaciones curriculares y el maestro no siempre se siente preparado para esto. Estos criterios de atención a la diversidad debieran trabajarse desde los profesorados, de lo contrario funcionan como un obstáculo. Y hay otros como la cantidad de niños por grado respecto de un maestro. Si se piensa en integración este número no debiera superar los 20 chicos por clase.

—¿No cree también que en las escuelas de mucha matrícula se multiplican los viejos y nuevos problemas? ¿No sería mejor pensar en instituciones más pequeñas?

—Pensar en escuelas con menos alumnos sería una alternativa interesante, porque haría al conocimiento entre adultos y niños. No hay tiempos para que los adultos se encuentren y eso también es un obstáculo. Por ejemplo, estos encuentros sirven para salvar diferencias e imaginarios sobre los turnos que funcionan en una misma escuela, que van desde rivalidades hasta fantasías persecutorias. Una escuela más pequeña permitiría más posibilidades de encuentro. Por eso insisto que hay que redefinir qué significa educar hoy: si es sólo una cuestión de cantidad o si se trata de dar la oportunidad a la palabra, y esto incluye también a los maestros, porque ellos tampoco se sienten escuchados.
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