La industria metalúrgica abre el paraguas por la competitividad

Adimra abrió una mesa de diálogo con el gobierno. Aunque el sector crece hay señales de alerta

Patricia Martino / La Capital

Si bien la industria volvió a mostrar una suba de actividad en la última medición del Indec, con un ritmo de expansión de 6,8% en abril, en algunos rubros se encendieron señales de alarma. Tras la notable expansión iniciada en 2002, los costos presionan ahora como una variable difícil de sobrellevar para muchas empresas que, por distintos factores, sienten que empieza a amainar el viento de cola. Algunas cámaras fabriles comenzaron a analizar el tema. Tal el caso de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra), que pondrá en marcha una mesa de diálogo con el sindicato y funcionarios del gobierno para discutir estrategias que les permitan mantener la competitividad .

   Sergio Vacca, vicepresidente a cargo de la conducción de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra), adelantó que en los próximos días comenzará a funcionar esta mesa integrada por representantes de las cámaras empresarias, la Unión Obrera Metalúrgica y funcionarios de los ministerios de Trabajo, Planificación y Economía para y analizar soluciones para los incipientes problemas que aquejan a las pymes metalúrgicas.

   El titular de Adimra explicó que la alta rentabilidad de los años 2004 y 2005 quedó en el pasado. “Para algunos incluso es negativa”, señaló. La idea de armar un ámbito de consenso, explicó, surgió luego del último acuerdo salarial. “El último aumento afectó a algunos sectores más que a otros, el de fundidores lo sufrió, en cambio en productos estandarizados como la industria automotriz el impacto es diferente, por eso después de la firma se armó la mesa de diálogo”, subrayó.

   Carlos Capisano, presidente de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe) y propietario de Acerías 4 C, consideró que el sector de la fundición enfrenta algunos problemas que le llevarán en pocos días más al secretario de Industria de la Nación, Miguel Peirano.

   Un signo de alerta surgió en Santa Fe cuando los trabajadores de la autopartista villense Paraná Metal denunciaron que la firma podría efectuar despidos despedir a una gran cantidad de empleados.

   Capisano recordó que “en 2002 la industria comenzó una etapa de recuperación que se basó en el tipo de cambio competitivo, pero con el tiempo se fue perdiendo por el aumento de insumos, energía, gas salarios”. Según dijo, “la rentabilidad disminuyó a niveles preocupantes”.

   Si bien entafizó su apoyo a la actual política industrial, advirtió que “es hora de sentarse a analizar cómo mejorar la competitividad”. La agenda: crédito accesible para inversión, China y Brasil y la ley para desgravar de ganancias las inversiones de las pymes.Capisano considera que las empresas deben tecnificar sus procesos para sumar productividad cuando Brasil corrija su tipo de cambio.

   El secretario de Industria de Santa Fe, Mauricio Caussi, señaló que no hay problemas generalizados en el sector pero sí advirtió algunas dificultades en las empresas con mano de obra intensiva. “Para decir que estamos ante una nueva tendencia hay que esperar, no tenemos indicios para decir que se amesetó”, indicó.


La cadena
. Mariano Lamothe, economista de la consultora especializada Abeceb.com, sostiene que una de las dificultades que presentan algunas industrias, sobre todo pymes, es que no pueden trasladar el aumento de sus insumos dado que son proveedoras de grandes compañías, con poder de negociación. “Un ejemplo es lo que ocurre en el sector de fundición”, subrayó.

   Si bien el analista considera que aún no se está frente a una etapa de cambios profundos, pero hay alertas.

    “El sector metalúrgico va a tener demanda pero también va a continuar la presión de los costos, hay que pensar en el largo plazo para no caer en los problemas clásicos de una pyme”, señaló.

La industria metalúrgica opera con márgenes reducidos.