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sábado,
19 de
mayo de
2007 |
Una autopsia complica a médica de Armstrong
Armstrong.— Un informe de autopsia del Instituto Médico Legal de Rosario compromete seriamente el desempeño que una obstetra del Samco tuvo en un parto en el que falleció un bebé por causas que no están claras. El caso justificó una investigación que puso en marcha el juez de Cañada de Gómez, Jesús Rizzardi.
El análisis del forense José Bonifacio determinó que el bebé presentaba al momento del parto una gestación de 40 semanas, y que “la causa del deceso se debió a un arrancamiento o amputación de la extremidad cefálica por complicación en las maniobras obstétricas”.
Incluso, el médico forense consignó que se observaron otras lesiones como “desprendimiento del hombro”, e hizo referencia al término “brutalectomía” para calificar a la práctica aplicada por la médica de Armstrong.
“A partir de este informe continuamos con la investigación. Hasta el miércoles próximo tomaremos declaraciones a los distintos actores”, dijo a este diario el secretario del Juzgado, Alfredo González.
Enfermeras, personal de limpieza, anestesista, directivos y otros trabajadores del centro de salud, incluida la obstetra, comenzaron a concurrir ante el juez Rizzardi, quien intenta determinar lo ocurrido.
El pedido de investigación se originó por una denuncia de los padres cuando detectaron suturas en el cuello que no fueron informadas por la médica.
“A las cuatro de la mañana, la mamá se descompensa y es internada para dar a luz. No sabemos qué tipo de complicaciones hubo porque teníamos dos versiones. Primero nos dijeron que falleció de un paro cardiorespiratorio y después que se había asfixiado con el cordón umbilical”, explicó la tía de la familia.
Rizzardi mandó a sacar del hospital todo tipo de documentación que se relaciona con el caso y pidió la exhumación del cuerpo.
Renuncia. La médica, cuya identidad —por el momento— se mantiene en reserva, renunció a su cargo en el Samco, según confirmó el director del centro de salud, Augusto Fischer. El directivo dijo desconocer lo ocurrido en la sala de parto cuando murió el bebé. “Aquí quien tiene que aclarar lo sucedido es la médica. Apenas pasado el episodio, ella pidió unos días de licencia, pero después presentó su renuncia. Alegó un serio trastorno psicológico por lo acontecido”, confió.
Fischer consignó que el día del parto la madre fue atendida por otro médico, quien tras detectar unos seis centímetros de dilatación la derivó a la partera que posteriormente atendió la internación.
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