Apareció el guardia que atacó a los niños tobas

Finalmente el encargado de la guardia de seguridad privada de la tienda Falabella que había agredido el viernes pasado a tres niños tobas con gas pimienta, se presentó ayer en la Justicia y luego terminó los trámites de rigor en la comisaría 2ª, de Paraguay 1123. Por tratarse de un delito correccional, Miguel Angel Buljubacich, de 50 años, quedó en libertad, a pesar de que estuvo prófugo durante dos días.

Cualquiera de las dos acusaciones que tipifiquen la carátula judicial: lesiones leves o acto discriminatorio, son excarcelables y seguramente se le concederá la probation, pena que implica realizar tareas comunitarias.

El jefe de la seccional II, Sergio Coronel, confirmó ayer que el hombre, luego de pasar por el juzgado Correccional Nº 3 a cargo de Horacio Benvenutto, se dirigió a la sede policial donde se le tomaron los datos dactiloscópicos, de identificación y se le averiguaron antecedentes.


Antecedentes
A pesar del hermetismo tanto de la comisaría como en el juzgado La Capital pudo saber que el hombre tiene antecedentes policiales aunque no cuenta en su haber con delitos graves

La violenta situación que se vivió el viernes de la semana pasada en el interior de la tienda fue descripta con precisión por los chicos del barrio toba de Rouillón y también por testigos presenciales que no se identificaron. Luego todo fue refrendado por las filmaciones que el comercio puso a disposición de la Justicia.

Así fue como clientes del local y transeúntes de Córdoba y Sarmiento vieron a los tres chicos de apenas 4, 8 y 10 años, en mal estado, angustiados y con las consecuencias directas del gas pimienta en sus rostros. Fueron los propios vecinos indignados quienes denunciaron la situación e inclusive llamaron al Servicio Integrado de Emergencia Sanitaria (Sies) para que atendiera a los chicos.

El revuelo que se generó en la tradicional esquina trajo confusión a la hora de identificar el agente de seguridad implicado. Es que en un primer momento se pensó que los chiquitos intentaron ingresar al comercio por la puerta principal de Córdoba y Sarmiento, y que en esa instancia fueron agredidos y expulsados por el guardia apostado en el sitio.

Pero luego, y ya con más calma, la secuencia de la historia se revirtió. Los chicos, e incluso el personal de la empresa de seguridad, relataron que lograron ingresar al local y que en las inmediaciones de uno de los ascensores un hombre, vestido de civil y calvo, fue quien los interceptó, les tiró el gas pimienta y luego los empujó por una puerta trasera que da a calle Sarmiento. Y allí se armó el escándalo y la denuncia se tornó pública e incluso trascendió los límites de la ciudad. La Capital estuvo en el lugar momentos después de los hechos y luego con el transcurrir de las horas se fue informando cómo fue la situación. Ahora sólo falta esperar que la causa concluya y ver que el ex guardia de seguridad cumpla con lo que la Justicia le dictamine.