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miércoles,
16 de
mayo de
2007 |
La otra campana
Directivos
suspendidos
de Central
dicen lo suyo
La mesa directiva canalla suspendida por resolución de la jueza en lo civil y comercial número 8, Liliana Giorgetti, salió con los tapones de punta contra el presidente de Rosario Central Pablo Scarabino, al que calificó de “mentiroso” y de armar una estrategia para desacreditar a sus integrantes. Y aclararon que el destino del famoso pagaré de 1.440.000 euros, que el titular canalla aseguró no saber dónde estaba, fue utilizado para saldar deudas contraídas por el mismo con los grupos de inversores.
Los vicepresidentes Juan Dalbes y Marcelo Gastaldi, el tesorero Mauricio Salvo, el protesorero Omar De Fazio y el secretario general Gonzalo Estévez, hoy suspendidos, explicaron las cuestiones por las que se puso públicamente en duda sus procederes. “Nos hicieron quedar como delincuentes”, afirmaron, “y no se dice que en los cinco meses de nuestra gestión se ordenó el pasivo del club”. Además, aclararon que “con el pagaré famoso se canceló deuda con grupos inversores, contraída cuando estaba Scarabino”.
Sobre las afirmaciones del titular canalla de que desconoce el destino de ese dinero, la mesa directiva afirmó que “hicimos lo que correspondía, que es atender a los inversores que pusieron plata en el club y con los que Scarabino adquirió el compromiso de pagarles. Son los que ayudaron a Central y a los que hay que responderles como corresponde. Si no, ¿qué credibilidad generamos?”. Y remarcaron que “por supuesto está todo documentado y lo presentaremos oportunamente. Pero dice que no nos puede ubicar, que no lo atendemos y es al revés. No nos quiere recibir. Es un mentiroso y armó todo para hacernos quedar mal”.
Y para apuntalar estos dichos, los dirigentes suspendidos mostraron las copias de su presentación conjunta el lunes pasado a las 13.45, en la sede auriazul, para ponerse a disposición de los miembros de comisión directiva y de los síndicos “para disipar cualquier duda que sea de interés para el desarrollo de la institución, desde el 5 de diciembre de 2006 hasta el presente”, según consta en las actas que fueron recepcionadas en mesa de entradas con los números 2461 y 2462.
Además se quejaron de que “nos mandaron un escribano a los domicilios de algunos de nosotros para hacer ver cómo que estábamos escondidos. Y lo hicieron en horario donde saben perfectamente que estamos en nuestros lugares de trabajo. Fue muy burdo”.
La mesa directiva suspendida apeló la resolución de la jueza Giorgetti porque cuestionan sobre todo, además de la reasunción de Scarabino, la suspensión que pesa sobre ellos. “Cada uno de nosotros ocupó los cargos legítimamente, como Scarabino”, tras lo cual dejaron en claro que “seguiremos acatando las resoluciones que corresponda. Pero que quede claro que no sólo no ocultamos nada sino que estamos a entera disposición de la comisión directiva, para terminar de ordenar el club y sanearlo, porque Central está por encima de las personas”.
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