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 miércoles, 16 de mayo de 2007  
Sarkozy asume la presidencia de Francia entre desafíos y riesgos
Hoy recibirá el poder de manos de Jacques Chirac. Su agenda incluye profundas reformas

París. - Nicolas Sarkozy asumirá hoy la presidencia de Francia con el reto de una ambiciosa agenda, que intentará introducir reformas clave para sacar al país del estancamiento. El conservador recibirá el poder de manos del saliente veterano Jacques Chirac, de su mismo partido, quien ayer dio su discurso de despedida. Unas horas antes, el primer ministro francés, Dominique de Villepin, renunció junto al gabinete, dejando libre el camino para que el presidente electo nomine un nuevo equipo de gobierno a fines de esta semana.

Analistas y políticos aseguran que Sarkozy deberá mantener un delicado equilibrio si quiere evitar las protestas y manifestaciones que han acompañado los intentos anteriores de reformas en Francia. Ayer el conservador enfrentó sus primeros obstáculos políticos, cuando miembros de su partido y de la oposición expresaron su indignación por los planes de incluir a líderes de izquierda y de centro en el gabinete.

Sarkozy ofreció el Ministerio del Exterior al ex ministro del Exterior Hubert Védrine y al ex ministro de Salud Bernard Kouchner, ambos pertenecientes al Partido Socialista. En los años 80 Védrine fue asesor de política exterior del presidente François Miterrand y lideró ese ministerio entre 1997 y 2000. Kouchner aumentó su popularidad como fundador de la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras y es uno de los pocos izquierdistas que no han criticado el ataque de EEUU a Irak.


Lealtad y competencia
La apertura de Sarkozy hacia la izquierda tras una campaña electoral fuertemente impregnada de los valores de la nación ha desatado la indignación tanto en la oposición como en el gobierno El jefe de los socialistas François Hollande amenazó a los posibles tránsfugas con la expulsión del partido y la ex ministra socialista Elisabeth Guigou habló de una maniobra para la triturar a la izquierda en las elecciones parlamentarias de junio

En las filas del gobierno, los críticos señalan que la UMP, el partido del flamante presidente, también posee expertos de alto rango. "La lealtad no se opone a la competencia", respondió Sarkozy a Patrick Devedjian, quien lo acompañó durante años en su carrera a la presidencia. Y a su asesora Brice Hortefeux le explicó que "no es el momento de recompensas, sino de reunir talentos". El equipo de gobierno no servirá a "ningún clan", sino que expresará el deseo de reformas, aclaró Sarkozy.

Entretanto, el saliente Jacques Chirac aceptó ayer la renuncia de Villepin. Se cree que el próximo primer ministro francés será el conservador moderado François Fillon, quien asumiría el cargo mañana por la mañana. Según analistas, mientras que Chirac dejó para el gobierno la política interior y se concentró en la exterior y lo simbólico, Sarkozy pretende tenerlo todo bajo control.


Posibles problemas
El conservador quiere comenzar de manera inmediata un programa de 100 días que modificará leyes sobre educación empleo e impuestos endurecerá normas sobre jóvenes delincuentes e intentará buscar solución al estancamiento sobre la Constitución Europea

"Si lleva a cabo la mitad de las cosas que prometió, habrá todo tipo de problemas", manifestó la semana pasada Jacques Attali, un cercano asesor del ex presidente socialista François Mitterrand. Los estudiantes ya protestaron contra sus planes de dar más autonomía financiera a las universidades y permitir un proceso de selección más amplio.

Entre las principales medidas que planea Sarkozy se encuentra una que obligaría a los empleados del transporte público a dar servicios mínimos en las huelgas y un nuevo contrato laboral más flexible, un elemento clave de su programa, que también conlleva grandes riesgos. El mandatario electo ya se reunió con distintos sindicatos, pero el líder de la CGT, Bernard Thibault, dejó claro que no estaba entusiasmado con las ideas de flexibilidad que supuestamente están incluidas en el contrato.

El diario empresarial Les Echos destacó que estos encuentros con los sindicatos son "increíblemente poco frecuentes para un presidente, y totalmente sin precedentes para un presidente antes de asumir el cargo".
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El primer ministro saliente, Dominique de Villepin, se despide de Jacques Chirac, quien también hoy dejará el gobierno tras 12 años. El partido conservador, sin embargo, seguirá en el poder.

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